Fue en el año 2013, cuando un grupo de alcaldes de la Asociación Chilena de Municipalidades encabezados por el alcalde Christian Vittori, logró lo que era una idea cuestionada, pero cuyo resultado sería claramente favorable. Las tradicionales urnas de madera serían cambiadas por urnas plásticas, lo que el Servicio Electoral analizó y aprobó para las elecciones presidenciales y parlamentarias de ese año.

Las antiguas urnas de madera tenían un valor aproximado de 24 mil 500 pesos, a diferencia de las plásticas, cuyo costo no supera los seis mil pesos. Fue esa una de las grandes razones para el cambio: reducir el elevado costo que representa en cada elección, la compra, traslado, habilitación, mantención y reparación de las urnas receptoras de votos.

Incluso, sólo por reparación una caja de madera tendría un costo de 4 mil pesos. “Este gasto debía asumirlo cada municipio gastando, al menos 10 millones de pesos, porque siempre hay que repararlas entre elecciones. Si tomamos las urnas plásticas, por ejemplo, en 6 comunas se han ahorrado 311 millones de pesos”, explicó Vittori, precursor de la iniciativa.

Durante las últimas elecciones, estas urnas han demostrado su efectividad: son livianas, durables, apilables, económicas, reutilizables y se pueden mantener todos los sellos de seguridad correspondientes, con un ahorro en 3 mil millones de pesos que se gastaban en mantención, traslado, habilitación y reparación de las antiguas cajas de madera.

“Entre elección y elección se debían guardar esas urnas, por lo tanto se deterioraban y se debía costear bodegaje. En cada elección se pagaba un costo de mantención y reposición, por lo que el que se pueda ocupar una urna plástica que vale sólo 6 mil pesos es un avance inmenso”, explicó Vittori.

Así entonces el llamado ahora por parte de los precursores de esta iniciativa a tres años de su implementación, es que aquellos municipios que no se ha sumado lo hagan. En Maipú por ejemplo, considerando el stock de más de tres mil urnas, en madera costaban $79.576.320, en comparación con la adquisición de urnas plásticas cuyo costo alcanzó $ 16.953.760.

“Yo pienso que para las comunas grandes ha existido un ahorro importante de dinero, dejando de gastar 100 millones de pesos que fueron destinados a planes de desarrollo de la comuna”, concluye el actual jefe comunal de Maipú.