La ex Ministra de Educación, Mariana Aylwin, señaló que debido a su edad, muchas cosas a su padre Patricio Aylwin se le iban de la memoria, menos este poema que recitó ante la emoción de los presentes en la Catedral Metropolitana

Este es el poema: «!¡Señor, yo te bendigo, porque tengo esperanza! Muy pronto mis tinieblas se enjoyarán de luz… Hay un presentimiento de sol en lontananza; ¡me punzan mucho menos los clavos de mi cruz! Mi frente, ayer marchita y obscura, se levanta hoy, aguardando el místico beso del Ideal. Mi corazón es nido celeste, donde canta el ruiseñor de Alfeo su canción de cristal.

… Dudé ¿por qué negarlo? y en las olas me hundía como Pedro, a medida que más hondo dudé. Pero tú me tendiste la diestra, y sonreía tu boca murmurando: ¡hombre de poca fe! ¡Qué mengua! Desconfiaba de ti, como si fuese algo imposible al alma que espera en el Señor; como si quien demanda luz y amor, no pudiese recibirlos del Padre: fuente de luz y amor. Mas hoy, Señor, me humillo, y en sus crisoles fragua una fe de diamante mi excelsa voluntad. La arena me dio flores, la roca me dio agua, me dio el simún frescura, y el tiempo eternidad».