Año 1990, y Patricio Aylwin iniciaba su mandato como el representante de la transición, y en su primer año, como es tradición republicana, encabezaba como presidente su primera Parada Militar, el 19 de Septiembre de ese año.

Sin embargo a la tensión de la época, por la relación entre civiles y militares encabezados por Augusto Pinochet -quien siguió tras entregar el poder a Aylwin como Comandante en Jefe del Ejército- no eran algo simple.

Se esperaba la tradición, el momento en que el Jefe de las Fuerzas, solicitara el permiso respectivo al Presidente de la República para iniciar el desfile.

El encargado de esa tarea era el, en ese entonces, Brigadier General Carlos Parela Silva, quien años posteriores fue acusado de varios delitos de lesa humanidad en el régimen militar,  tras haber formado parte del Estado Mayor de la DINA, la policía secreta del gobierno de facto, junto a Manuel Contreras.

La sorpresa para Aylwin y muchos de los presentes, fue la particular forma de pedir permiso, lo que se consideró finalmente como el mas recordado desaire que vivió el ahora fallecido ex mandatario al inicio del período de la transición que encabezó.

Esto fue lo que ocurrió: