Es bien sabido que los casados suben de peso casi como por arte de magia, pero un estudio publicado en Social Science and Medicine nos revela las razones por las que engordamos y no precisamente de amor.

En este estudio se analizaron los hábitos alimenticios y el ejercicio que más de 10 mil personas en Europa y Reino Unido realizaban antes y después de casarse; el resultado reveló que la gente al contraer matrimonio, deja de realizar ejercicio y de preocuparse por su comida, por lo que ganan 2.41 kilos.

Los solteros tienen un índice de masa corporal (IMC) ligeramente inferior que los casados. No es un cambio drástico: el IMC de los solteros era de 25.7, mientras que el de los casados era de 26.3. El el IMC de las mujeres subía de 25.1 a 25.6.

El informe concluye que «todas las transiciones en el estado civil tienen un impacto en el peso, de forma que impulsa pequeñas subidas, sin importar en que sentido sea».

Otro dato importante fue que quienes padecen más el aumento de peso al casarse, son los hombres. Un 60% de los hombres casados ​​tienen exceso de peso, en comparación con 40% de las mujeres en el mismo estado civil.