TO diversidad funcional“La necesidad de un cambio” fue el nombre de la charla dictada por integrantes de la  Agrupación “Diversidad Funcional – Chile”, quienes participaron de un encuentro organizado por la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Santo Tomás (UST) de Viña del Mar, oportunidad en la cual criticaron al show televisivo que comienza este 28 de noviembre para recaudar fonods para las obras de la Teletón.

Los expositores,  el psicólogo José Miguel Guerra; el educador diferencial Esteban Torres; y el estudiante de diseño gráfico Sebastián Stek, se refierieron en extenso al “nuevo término ‘diversidad funcional’, el que se sustenta en que todos somos distintos, diversos y funcionales. Al respecto, esta definición nos ayuda a terminar con la rotulación peyorativa de discapacidad”.

En su presentación, los integrantes de la agrupación “Diversidad Funcional – Chile” fueron enfáticos en señalar que “el show televisivo Teletón y no la obra, debilita los derechos de las personas en situación de discapacidad, porque somos invisibles para el Estado, que prácticamente no ha hecho nada para que seamos sujetos de derecho”.

En este sentido, el psicólogo Miguel Guerra, dijo que  “a pesar de mis estudios y mis capacidades, siempre he tenido trabajos donde no se me paga AFP. Digo esto, porque de cierta manera, esto grafica el cómo somos reconocidos en la realidad laboral de nuestro país. Lamentablemente, en Chile considerarse discapacitado, implica de una u otra forma, incapacitarse uno mismo. Por ello, mejor me considero un diverso funcional y, a partir de ello, trato de salir adelante”.

“En mi caso, vivo en situación de discapacidad desde el nacimiento y puedo afirmar que a partir del desarrollo de mis competencias funcionales, una de las cosas que más me molesta, es que me traten de ‘pobrecito’, porque socialmente la gente nos ve así. En este sentido, quiero ser sujeto de derecho y no quiero que me miren con pena o que me den facilidades en el trabajo, porque estoy claro de mis capacidades”, agregó Guerra.

Por su parte, el educador diferencial, Esteban Torres, sentenció: que “queremos que la sociedad deje de relacionar discapacidad con catástrofe. En este sentido, soy un convencido que el lenguaje construye realidades y desde esta mirada, queremos ser sujetos de derecho y no de caridad. Al respecto y dejando de lado el fondo de la obra Teletón, el show asociado tiene un formato que nos da un rótulo que no necesitamos. En este punto quiero ser enfático en señalar que no necesitamos exponer nuestros cuerpos por 27 horas en televisión para ‘mover los corazones’ de los chilenos”.

“En Chile, todo funciona a la perfección 27 horas al año, para las personas que viven en situación de discapacidad. El verdadero problema está en el ¡qué pasa con nosotros en las más de 8 mil horas del resto del año sin Teletón!”, destacó. En mi caso, cuando era estudiante tenía que pagar pasaje completo porque los choferes argumentaban que como ocupaba una asiento, no tenía derecho a pagar escolar”, agregó.

DIVERSIDAD FUNCIONAL

Sobre la diversidad funcional, los especialistas la definieron como “una respuesta a un modelo de inclusión que no funcionó. Es parte de exigir nuestros derechos individuales y colectivos, de vivir de manera activa e independiente, estando incluidos/as en la comunidad, llamado modelo de convivencia, con los apoyos humanos necesarios, incluida asistencia personal y sexual”.

“Al respecto, no somos ángeles con alas, somos seres humanos que tenemos deseo sexual al igual que todos. Por ello, no aceptamos la institucionalización como forma de vida,  puesto que entendemos que somos riqueza y, por tanto,  debemos disponer de los apoyos humanos y tecnológicos que nos resulten necesarios para poder ejercer nuestra ciudadanía en igualdad de condiciones y aportar a nuestra sociedad”, explicó Torres.

“En Chile, somos cerca de 3 millones de personas que vivimos en situación de discapacidad. Hablamos de un 15% de la población, cifra que debería seguir incrementándose y que requiere que el Estado se haga cargo, más allá  de 27 horas de amor que son un ejemplo para el buen uso de la ley de donaciones que manejan las empresas. En mi caso, tras sufrir el accidente comencé a vivir en situación de discapacidad y pensé en comprar una pistola, tras mirar por la ventana y ver que el mundo está lleno de escaleras que no puedo subir, está lleno de autos que no puedo esquivar y está lleno de carreras que no puedo estudiar”, continuó.

Finalmente, la agrupación “Diversidad Funcional – Chile”, explicó: Los principios básicos de la filosofía de vida independiente, se relacionan con la importancia de los derechos humanos y civiles, la auto-determinación, el apoyo entre iguales, la posibilidad para ejercer poder (empoderamiento), la responsabilidad social sobre la propia vida y acciones, el derecho a asumir riesgos y vivir en la comunidad”.

“De igual manera, los pilares de esta filosofía se basan en la idea de que toda vida humana tiene un valor; todos/as cualquiera que sea su diversidad, son capaces de realizar elecciones; las personas diversas funcionalmente son por la respuesta de la sociedad a su diversidad física, intelectual y sensorial y tiene derecho a ejercer el control de sus vidas; y las personas diversas funcionalmente tiene derecho a la plena participación en la sociedad humana”, continuaron.

“Tomando en cuenta lo anterior, las mujeres y hombres con diversidad funcional constituyen un colectivo que ha sido tradicionalmente discriminado de una manera diferente al resto de colectivos, como son mujeres, personas de raza negra, indígenas, inmigrantes, diversos sexuales, los mal nombrados discapacitados, etc. Esta discriminación, se ha dado incluso dentro de esos otros colectivos discriminados, que también han olvidado incluir en su lucha a sus propios miembros con diversidad funcional”, concluyeron los jóvenes de la agrupación “Diversidad Funcional” en su visita a Santo Tomás Viña del Mar.