trasplantes 2Un brusco descenso ha experimentado la tasa nacional de donantes en los últimos meses. Si en 2012 ésta fue de 8,8 por millón de habitantes, en lo que va corrido de este año la cifra apenas llega a 4,4, lo que representa una caída real del 50%.

La situación preocupa a las autoridades de Salud, a los médicos y a las organizaciones preocupadas del tema, pues rompe con la positiva tendencia que presentaba ese indicador desde la creación de la Coordinación Nacional de Trasplante.

En opinión del doctor José Toro Cornejo, ex presidente de la Sociedad Chilena de Trasplantes, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso y reconocido especialista en la materia, la baja se explica, en lo fundamental, por la negativa discusión mediática que ha generado el proceso de aprobación y entrada en vigencia de la ley que modifica el sistema de donación de órganos en el país y, también, por el rechazo contundente de la ciudadanía a algunas de sus disposiciones.

“Es un hecho que el consentimiento presunto o donación universal no ha gustado a la gente, como tampoco tener que ir a la notaría y pagar por hacer el trámite. Estos aspectos, lamentablemente, han sido abordados de manera inadecuada por los medios de comunicación, que incluso han puesto énfasis en que quienes no sean donantes competirán en desigualdad de condiciones frente a quienes sí han declarado serlo, lo que es completamente falso, ya que la asignación de órganos en el país -y en el mundo- se determina por criterios médicos, inmunológicos y de compatibilidad. Todo esto ha provocado un gran rechazo entre los potenciales donantes y ha aumentado las negativa familiar”, afirmó el facultativo.

Cifras generales

trasplantesA su juicio, lo anterior deja en evidencia que la nueva normativa no ha sido el aporte esperado sino todo lo contrario, lo que es avalado por las cifras. Si durante 2011 y 2012 en Chile se contabilizaron 113 y 149 donaciones de órganos, respectivamente, en 2013 -a la fecha- el número es de sólo 82. Y las proyecciones indican que no se alcanzarán las cifras logradas el año pasado.
El problema de la baja en la tasa de donantes se da principalmente en el Gran Santiago, que concentra el 53 % de los donantes en el país, en tanto que el 47% restante se reparte entre todas las regiones.

A octubre de este año, los hospitales públicos de la capital han procurado 24 donaciones, mientras que en 2012 registraron 42. Y en el sector privado ocurre lo mismo, ya que las cifras son de cinco y diez, respectivamente.
Por el contrario, la Región de Valparaíso constata hasta ahora nueve donaciones (seis en Valparaíso y tres en Viña del Mar), siendo que el año pasado hasta diciembre su total fue de diez, por lo que está dentro del promedio esperado.

Confianza y Trasparencia

Para el doctor José Toro la polémica que ha levantado la modificación a la ley de donación de órganos está atentando en contra de las principales fortalezas del sistema: su trasparencia y la confianza que debe despertar en las personas.

“Cuando se aprobó esta normativa, según palabras de la presidenta de la Corporación de Trasplante, fue como dar a luz ‘un niño feo al que debemos aceptar igual y querer’. Tenemos que disponer de una ley, ya que le pone el marco jurídico a la actividad y eso es positivo y fundamental. Todos los países que han avanzado en materia de donación de órganos y trasplantes tienen una legislación. Pero resaltar solo las disposiciones que de ella nos parecen confusas o negativas no ayuda, porque los problemas expuestos ante la opinión pública están resueltos en la práctica”, dijo.

Por ejemplo, en lo referido a la elección del receptor de un órgano el profesor de la Escuela de Medicina de la UV explicó que ésta se da siempre en igualdad de condiciones para todos, pues se determina por criterios éticos de igualdad ante la ley, médicos, inmunológicos y de compatibilidad. “Por lo tanto no existe discriminación por edad, sexo, religión o cualquier otra cosa. Mi impresión es que aquí se ha levantado una falsa idea, porque si alguien figura en la lista de espera, nadie va a dudar en trasplantarlo si aparece un órgano compatible, sea este donante o no”, aclaró.

Respecto de la incorporación a la ley de la figura del consentimiento presunto -que define que todos los chilenos son inicialmente donantes, a menos que expresen formalmente lo contrario- y de la supuesta obligación que tienen las familias y los médicos de respetar la voluntad de una persona que antes de morir haya declaró ser donante, el especialista sostuvo que esas medidas, por sí solas, no resuelven nada.

“En ningún país este tipo de disposiciones ha contribuido a aumentar las cifras de donantes, excepto en aquéllos con regímenes dictatoriales, donde los órganos pasan a ser del Estado. En España, que exhibe la tasa de donantes más alta del mundo, los equipos de procuramiento siempre preguntan a los familiares del fallecido si desean donar sus órganos, aun cuando éste haya manifestado antes tal voluntad. Si ellos dicen que no, no se procede. Lo ideal es respetar el principio ético de la autonomía, pero si no es así, el problema se da entre el donante y su familia, no con el equipo médico. En Chile ocurre lo mismo. Si la familia se niega no se procede a la donación”.

El doctor Toro advierte que este dilema se da menos de lo que la gente cree, ya que las familias generalmente respetan la decisión del paciente. Sin embargo, en los últimos meses, a raíz de la polémica levantada, la negativa familiar ha alcanzado niveles de un 49%. “Es decir, una de cada dos posibles donaciones está siendo rechazada por la familia. España que es Líder en esta área tiene una negativa del 15%. Es decir, estamos muy lejos de esas cifras”.