La desesperación los llevó a radicalizar sus acciones con miras a la llegada de miles de turistas hasta Viña del Mar para el «18». Piensan en «tomarse» Agua Santa.

Christian González G.

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Los ocupantes de la Villa Esperanza 2011 temen que Fuerzas Especiales de Carabineros irrumpa en el lugar y los desaloje.

Más de 12 mil familias de la Región de Valparaíso viven en situación de toma, donde Viña del Mar aparece como la comuna que más personas tiene viviendo bajo este escenario; no obstante, la Ciudad Jardín no sólo ostenta encabezar el ranking en esta zona, sino que lo hace a nivel de todo el territorio nacional con 7 mil familias. Así es como cada cierto tiempo aparecen más casos relacionados a la apropiación de terrenos privados, donde familias completas llegan a vivir, principalmente en las zonas altas.

A los ya conocidos casos de la Parcela 11 y de la toma Felipe Camiroaga, en Forestal, se suma el campamento Manuel Bustos, que según los registros es el más grande del país. Una de las últimas en congregarse es la Villa Esperanza 2011, la que ubicada en las cercanías de la variante Agua Santa, alberga ilegalmente a 70 familias (casi 300 personas), quienes en busca de llegar a alguna solución se han dirigido a la Municipalidad y al Serviu, no obteniendo ningún acercamiento.

Justamente ante este contexto, y tras reunión efectuada el pasado fin de semana en el lugar, dirigentes de estas familias amenazaron con poner barricadas y obstaculizar una de las principales rutas de acceso hacia Viña del Mar para Fiestas Patrias, en caso que las autoridades correspondientes sigan omitiéndoles la atención que ellos requieren.

“Nuestra gente piensa en hacer algo para llamar la atención porque vemos que no hay ningún tipo de solución ni menos de algún acercamiento. Nosotros no queremos que nos regalen nada, pero hay gente que ya no aguante y se va a ir a la calle porque estamos desesperados. Hay gente que quiere tomarse la carretera en caso de no tener solución. La reunión del fin de semana fue desastrosa porque estamos realmente desesperados, no sabemos qué hacemos, no sabemos con quién hablar ni cuándo; entonces estamos muy mal”, comentó Paulina Morales, dirigente de la toma.

Complejidades

La vida en este lugar de la comuna es inhóspita, inhumana. En su interior, los casi 300 ocupantes no tienen las condiciones básicas para poder vivir, ya que no poseen agua potable, ni alcantarillado, ni menos luz. Bajo este escenario, los padre de familia deben trabajar diariamente para llevar el pan; las madres cuidan de sus hijos y de sus ancianos, los que se han visto muy perjudicados debido a lo dificultoso del terreno.

“Durante nuestro día a día hay que estar ingeniándosela para poder sobrellevar todo lo malo que nos toca vivir. Por ejemplo, los viernes llegan los camiones aljibes a darnos agua, pero el domingo ya no tenemos nada; entonces tenemos que ver la manera de poder juntar para poder bañarnos y hacer nuestras necesidades, ya que no queda otra. Acá no hay agua, no tenemos alcantarillados, de hecho hemos tratado de construir una especie de pozos. La vida acá no es para nada digna, pero no tenemos dónde irnos, así que no tenemos otra opción”, añadió Morales.

La esperanza que tiene esta dirigente, es que el Serviu o el Municipio les digan que deben juntar cierto dinero para reubicarlos en algún proyecto de viviendas sociales de la región. “Estamos preguntando por la población Juan Pablo II donde hay 78 departamentos sin ocupar, que están de hecho en juicio porque la gente no los ocupó; entonces preguntamos si podíamos postular y tampoco, no hay caso, no nos toman en cuenta”, aseveró la dirigente de la Villa Esperanza 2011.

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La gente que vive en este sector no tiene ningún tipo de condiciones básica, ya que no cuentan con luz, agua ni alcantarillado.

Consultados por esta situación, dos concejales de la Ciudad Jardín entregaron su visión respecto al caso particular de las 70 familias, además del grave problema que enfrenta la comuna acerca de la ocupación ilegal de terrenos. El edil PPD, Tomás de Rementería lanzó una fuerte crítica hacia la autoridad comunal y al Gobierno Regional (Gore), al manifestar que en Viña no se ha producido ningún proyecto de desarrollo social durante los últimos 20 años, situación que derivó en las constantes tomas.

“Lo que sucede ahí demuestra la falencia que tiene viña respecto al crecimiento, el que crece para las capas medias y altas nomás, los trabajadores no crecen, y la única forma que tienen de hacerlo es por medio de la toma de terrenos. La Municipalidad no tiene la capacidad de gestión, hay que hacer un plan de saneamiento y una construcción de viviendas sociales, pero no se ha hecho nada. Creo que se debería haber hecho un gran proyecto en Forestal, donde hay espacio de sobra y se habría ahorrado todo esto, donde la gente tiene que tomarse terrenos para ver si las autoridades así reaccionan”, comentó De Rementería.

Por su parte, la concejala UDI, Pamela Hodar, aseguró que hay un problema claro con las tomas, agregando que legalmente el Municipio está muy amarrado de manos “porque en el fondo, cuando se toman un terreno que es particular es complicado, ya que hay particulares que incentivan que la gente los tome, ya que después suben el valor del terreno al vendérselo al Municipio o al Gobierno. Hay varias tomas, pero no hemos dado solución porque no son nuestros los terrenos”.

La edil agregó que “acá escasean los recursos. Idealmente es que no existieran estas tomas, que todos tuvieran acceso a la casa habitación, pero no es cosa de solucionar todo así de rápido porque hay muchas. Lamentablemente en Viña tenemos el triste record de ser la comuna con más tomas en Chile, donde hay muchas irregularidades, incluso con gente que viene de Santiago y ocupan terrenos de acá para tener dónde veranear; entonces es muy complejo y pasa netamente por los recursos que nos pueda dar el Gobierno Central o el Regional”.