María José Maillard se restó de la delegación chilena seleccionada que partipará en Polonia por no tener $ 6 millones para costearse traslado y alojamiento durante el desarrollo de la cita planetaria.

Entrenando a full en el tranque La Luz de Curauma, María José Maillard se ganó a punta de esfuerzo, un nombre en el canotaje nacional. Por no contar con recursos, no podrá representar a Chile en la Copa del Mundo de Polonia.

Entrenando a full en el tranque La Luz de Curauma, María José Maillard se ganó a punta de esfuerzo, un nombre en el canotaje nacional. Por no contar con recursos, no podrá representar a Chile en la Copa del Mundo de Polonia.

No son felices los días que vive la canotista María José Maillard (22 años), una de las mejores especialistas en este deporte que se abre paso en medio del predominio de competidores masculinos. Tras haber abandonado la natación –donde logró campeonatos nacionales desde muy temprana edad- a causa de un accidente, “Majo”, como es apodada esta estudiante de 2º año de ingeniería comercial de la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar, se ilusionó con la posibilidad de integrar la delegación chilena que competirá en la Copa del Mundo de Canotaje, que a contar de mañana se desarrollará en Poznan, Polonia.

Sin embargo, la Federación Chilena de Canotaje no le dio financiamiento para su traslado y estadía en Polonia, situación que motivó a Maillard a golpear decenas de puertas para conseguir los $ 6 millones de costo que implicaban su viaje a la cita mundial.

“Claramente es frustrante, ya que en vez de preocuparme 100% de mis entrenamientos, sumé una preocupación adicional que en este caso, fue la de poder encontrar un auspiciador serio y que me ayudase incondicionalmente para poder estar despreocupada de ese tema. Más frustrante aún saber que existían muchas posibilidades de obtener un buen resultado para mi país”, afirma Maillard, quien agradece de paso, a sus habituales colaboradores de su carrera deportiva: la tienda Core Fitness (de Reñaca ) que le proporciona ropa deportiva de muy buena calidad y suplementos deportivos Ena Nutrition y Tamai Sushi, junto al Gimasio Energy que ayuda en sus entrenamientos.

¿A qué atribuye esta suerte de discriminación de parte de la propia federación, de no otorgarle el financiamiento para viajar a Polonia y si a su compañera Nancy Millán?

“Estoy contenta de que Nancy viaje, ya que ella también es una buena competidora, pero lo que no tengo claro es el criterio de clasificación, ya que si fuera por resultados a nivel internacional, mi compañera y yo hemos demostrado que estamos en un buen nivel y que podemos lograr los mejores resultados para Chile”.

El hecho que sus padres sean su principal fuente de financiamiento, ¿quizás hace pensar a la federación que usted no necesita ayuda económica?

“Quiero creer que no es así, seria una pena porque no puede ser que ellos deban costearme siempre las cosas. Realmente no me calza el criterio de clasificacion”.

Ante esta frustrante situación, ¿con qué motivación se preparará para el Mundial de Alemania en agosto de este año?

“Claramente es muy difícil mantener los niveles de motivación, ya que es difícil no entender lo sucedido, saber que haces las cosas bien y que no hay apoyo, más aún saber que tenía posibilidades de obtener un buen puesto. Me sentía bien preparada para asumir este desafío. Es mucho lo que he dejado de lado por ésto y no tener frutos, es muy desmotívante”.

¿Le frustra el que su universidad tampoco haya hecho un esfuerzo por otorgarle algún tipo de ayuda para viajar a Polonia?

“Si, claramente también es fome, pero ellos dicen que el canotaje no es un deporte competitivo a nivel universitario. No comparto en lo absoluto ese criterio ya que tengo compañeros en la selección que ha asistido a mundiales universitarios. Será que mi universidad no piensa en grande, no lo sé”.

Sin embargo, usted es una agradecida de la Casa del Deporte de Viña por la ayuda que brindada a su carrera. Pero para la Copa del Mundo en Polonia, ¿no se manifestó con algún respaldo financiero?

“Todas las ayudas son bien recibidas. La Casa del Deporte me ha ayudado con algo, pero siempre con la mitad o menos de lo que realmente estipulo en las peticiones de subvención. Igualmente estoy muy agradecida de haber contado con ellos para mis competencias pasadas, ya que logre demostrar que podía estar dentro de las 10 mejores canotistas del mundo”.

Es el momento doloroso de una destacada competidora, que al cierre de esta nota, no perdía las esperanzas de embarcarse rumbo a Polonia. Por ahora, pese a la tristeza y frustración, continúa con sus rutinas de entrenamiento en el tranque La Luz de Curauma, matizadas con sus clases de ingeniería comercial, a la espera de un financimiento que le ayude a concretar sus metas deportivas. Condiciones y éxitos en competencias de alta exigencia así lo demuestran. “Majo” tiene un tremendo potencial de triunfos y logros para el canotaje nacional. El vil dinero nuevamente le juega una mala pasada a una deportista top.