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Durante el año recién pasado se realizaron 400 tratamientos de baja complejidad y 141 tratamientos de alta complejidad con resultados sobre lo esperado a nivel nacional.

 La Clínica de la Mujer es la única en la región de Valparaíso capaz de realizar tratamientos de fertilización asistida, tanto de baja complejidad (inducción de ovulación, seguimientos foliculares, inseminación intrauterina) como tratamientos de alta complejidad (Fertilización in Vitro, transferencia embrionaria, inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI)).

 Pero además de ser el único centro especializado en la zona, durante el año 2012 obtuvo  resultados de un 60 % de efectividad en sus tratamientos, lo que la ubica incluso sobre los estándares nacionales de reproducción asistida, cuyo promedio de efectividad en este tipo de procedimientos bordea el 30%.

 El Dr. Patricio Masoli, Jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica de la Mujer, señala que “seguiremos redoblando los esfuerzos para mantener este nivel de efectividad” y que los factores que han permitido alcanzar esta cifra son diversos.

 “En este centro se efectúan estudios acuciosos de los pacientes, al nivel de centros universitarios o públicos”, y se cuenta con tecnología de punta “como un muy buen laboratorio, incubadoras muy modernas que funcionan con tres gases, que es lo que más moderno en medicina reproductiva en la actualidad y una excelente bióloga, todo eso permite que las cosas funcionen”, explica.

 Un problema en aumento

 En Chile cada día es más común que las personas presenten problemas de fertilidad. Sólo el año 2012 la Clínica de la Mujer realizó 400 tratamientos de baja complejidad y 141 tratamientos de alta complejidad, lo que requiere un manejo muy especializado del tema.

 El Dr. Hugo Leiva, quien es Director Médico de la Clínica de la Mujer explica que “los problemas de fertilidad han ido aumentando en los últimos años, de hecho nos encontramos con parejas que acuden para realizar este tipo de tratamientos que llevan bastante tiempo intentando lograr un embarazo y, obviamente  su gran expectativa y proyecto de vida que tienen es ese”.

 Es ahí donde juega un rol clave el equipo clínico y su experiencia en el tema, pero no sólo desde el punto de vista de la calidad de la atención y de los tratamientos. Un factor importante es la acogida que se le puede entregar a las personas y la transparencia con que se aborda la situación de cada pareja. “Al ser un centro especializado de investigación y desarrollo, debemos informarles cuales son las expectativas reales que tiene cada pareja de acuerdo a sus circunstancias y de las posibilidades que tienen de lograr un embarazo”, apunta.

 Si bien el resultado es favorable en la mayoría de los casos, tal como reflejan las cifras del año 2012, “el trato, el contacto y a la parte humana son esenciales, sobre todo en los resultados que son negativos”, agrega el médico.

 Hacia donde hay que avanzar como país es al reconocimiento por parte de las aseguradoras de salud de la infertilidad dentro de los planes de salud, ya que son tratamientos costosos. Y en ese sentido “se ha ido paulatinamente aumentando el número de casos que se reciben  en convenio con el sector público. A su vez, estos tratamientos incluyen gasto en fármacos y el trabajo de los profesionales, lo que hace que su valor sea alto para muchas personas e impide que  por razones económicas muchas parejas no se pueden hacer tratamiento”, señala el Director Médico.

  Gracias al tratamiento pude concretar mis aspiraciones

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 Wanda Palominos (38 años, Santiago) accedió al tratamiento en la Clínica de Mujer y hoy después de 9 años de infertilidad se encuentra con 26 semanas de embarazo. “El 2003 me dejé de cuidar y recién, muchos años después tuve un embarazo ectópico, por lo que me tuvieron que intervenir.  Posteriormente, luego de la pena y todo lo que pasé, el 2010 tuve otro embarazo ectópico, y llegué al Hospital Dr. Gustavo Fricke donde me sugirieron que fuera al departamento de infertilidad por mi edad”.

 Luego de consultar, accedió a un cupo a través de FONASA para efectuarse el estudio de infertilidad donde se diagnosticó que ella presentaba una obstrucción de trompas “el problema era mío y no de mi marido, estuve dos años en lista de espera, asistiendo una vez al mes a controles y el 2012 ya tuve fecha para fertilización in vitro en la Clínica”, comenta.

 Para Wanda “siempre está latente el cuestionamiento y la presión social por ser madre, hay pena, ansiedad, una serie de cosas y sensaciones. Yo llevaba 9 años sin cuidarme y veía claramente el no poder ser mamá por las vías naturales.  Gracias al tratamiento pude concretar mis aspiraciones de embarazo”.

 “El tratamiento vale la pena, me siento bien, hago mi vida normal y si se puede acceder y la gente tiene el deseo y la posibilidad hay que hacerlo. Si bien son tratamientos caros y existe la opción de que no resulte.   Hay que abrir la discusión sobre el tema, porque hay una serie de problemas que se producen cuando hay infertilidad en las parejas”, indicó Wanda.

 Tal como Wanda, otras pacientes cuyos tratamientos han sido financiados por el sector público obtuvieron excelentes resultados el año pasado, ya que del total de las pacientes de Fonasa que acudieron en 2012 al programa de Fertilización Asistida, el 90% ellas resultó embarazada”, informó el centro.

 “Nos cambio la vida, es lo más lindo que uno puede vivir”

 Evelyn Marín Vásquez (38 años, Viña del Mar) junto a su marido Carlos, son padres de los mellizos Carlos y Mario, ambos de 2 años y 2 meses. En sus palabras la experiencia de la infertilidad fue vivida por ella de manera muy fuerte.

 “Primero se te viene el mundo encima porque uno siempre imagina que vas a poder tener hijos como toda la gente y al saber que tu marido tiene problemas, es más difícil, porque como mujer es cree  que los problemas son de uno porque cree que es lo más habitual”.

 Para Evelyn “fue un proceso largo, porque uno espera tener resultados luego. Primero pensamos si lo íbamos a hacer, porque no es barato, y tuvimos el apoyo de la familia. Pensamos que valía la pena intentarlo, nos hicieron una charla y explicaron como era el proceso y en nuestras cabezas fuimos ideando como hacerlo”.

 “Esto fue lo más maravilloso que puede suceder, cuando nacieron mis hijos no paraba de llorar y aún me emociono cuando recuerdo que Carlitos salió con sus ojos abiertos y luego Mario. En realidad, desde ese momento me cambió la vida. Es lo más lindo que uno puede vivir. No hay nada que lo describa”.

 Carlos Ortega, esposo de Evelyn indicó “siempre tuve sospechas y cuando me dieron el resultado del conteo de espermios, fue impactante porque uno como hombre siempre desea dejar un hijo y tus planes para el futuro se te caen, eso es duro, se te viene el mundo encima”.

 Pero luego del tratamiento “Vale la pena todo, cuando me hicieron el espermiograma y dijeron es 50-50 y la jugamos. No quería llegar en 20 o 30 años más y pensar que no me la jugué. Valió la pena todo el sacrificio, el andar corriendo, todo. Cuando nacen, se te olvida todo lo que sufriste por llegar ahí. Y si hay que hacerlo dos veces, lo haría”, aseguró Carlos Ortega.