Por Rodrigo Martínez E.

Periodista Gastronómico

@ramartines

 denlenguadoNi sucios, ni indiscretos. Ni opinólogos con sobrepeso, ni una banda de punk, nada de eso.No son charcutería aunque algunos de sus exponentes huelen a piel de embutido y cuero. Aunque tampoco son precisamente el ala más conservadora de la industria. No, señor. Sin más, se trata de la facción más alternativa de la vitivinicultura nacional que se reunirá este 9 de febrero en Quilpué.

 Pero no se confunda, no son viñateros encapuchados. Tal vez suenen como la cara underground de la enología nacional. Lo elástico de este concepto les queda bien, en todo caso. Están bajo tierra, donde mismo nacen las raíces. Son una viaje a la semilla, una vuelta a las bases, a los métodos tradicionales y ancestrales. Son el regreso de la enología centenaria, como se entiende en Europa, como siempre ha sido no más. Aromas y sabores nuevos para descubrir o redescubrir.Ellos mismos se califican como vernaculares y artesanales.

Vinos que recuerdan los vinos que tomaban nuestros abuelos, vinos con alma, vinos que no tienen “palo”, ni vainillas, ni huelen a lácteos. Acá no encontrarán esos vinos que son iguales los unos a los otros así como el señor del supermercado los ha dispuesto. Vinos que no están en la vereda de lo estándar, ciertamente. Vinos que algunos consideran defectuosos, porque después de probar por años el mismo merlot endulcorado, la nariz se atrofia, los gustos se pierden y la cabeza se nubla con etiquetas de U$100 la botella. Este no es el caso. Acá los vinos son naturales, se muestran tal como son y más que una tendencia o una moda es el viaje del boomerang que le pega en la nuca a la industria, la misma que se soba las manos con los mercados asiáticos emergentesy desprecia las joyas de nuestros terruños que nacen así, casi espontáneamente, de la mano de viñateros con experiencia, con moldes del viejo mundo y a escala humana.

Vinos naturales

Pero primero aclaremos, ¿qué son los vinos naturales? Son aquellos que nacen con escasa o nula intervención de químicos en su proceso (apenas dosis mínimas de sulfitos para evitar su oxidación). Son vinos que se fabrican con las técnicas tradicionales. A saber: arado con animales, cosecha manual, fermentación con levaduras propias de la uva, uso de tinajas de greda y guarda en barricas viejas, usadas o inertes. Estos procesos respetan el sabor tradicional de la uva, algunos incluso trabajan de manera orgánica o ecológica (sin certificación), no se maquillan con madera las aristas salvajes de algunas levaduras nativas y son un fiel reflejo del “terruá”, terroir o terruño del que provienen. Que no es otra cosa que la hermosa combinación entre suelo, clima y el trabajo del hombre hecho vino.

Chanchos Deslenguados III

El evento o festival denominado “Chanchos Deslenguados” está organizado por el viñatero francés LousAntoineLuyt, reconocido por ser una de los primeros cultores de esta tendencia en Chile y por haber alcanzado el reconocimiento de la crítica internacional para su vino de cepa País, (ver cuadro) en la región de Cauquenes. Él, junto a su distribuidor Sebastián Alvear, de la webVino Natural (www.vinonatural.cl),congregaron en esta Feria de Vinos «sin tabú», en dos ocasiones previas en Santiago, con gran éxito. En esta ocasión, los Chanchos Deslenguados, arriban al valle del Marga-Marga, concretamente, a los cuarteles generales de la viña Raab, en Quilpué.

Qué probar

Si se da una vuelta eche mano de nombres ya más consagrados como Louis-AntoineLuyt, Montsecano (un pinot noir de Casablanca sublime), Villalobos (elaboran un carignan salvaje y fresco aunque cada vez más de gusto masivo) o Villard (de Casablanca, con pinot noir y syrah que son una joya). Estos nombres se combinan con experiencias másdesconocidas como CuvéedelMaoleé (que realiza una mezcla tinta, de seis variedades, deliciosa), Cacique Maravilla (un también delicioso cabernet sauvignon de Yumbel). Además de los dueños de casa Raab (deliciosos espumantes fabricados en método tradicional), podrán encontrar vinos como Coteaux de Trumao de los hermanos Porte, (busquen el Cruchon, un pinot noir que es ligero, pura fruta y es escasísimo). Como consorte del vino habrán artesanos del pan, el quesos y la miel, vinagres y aceites. Se exhibirán diaporamas con imágenes de viñas y vinos, lecturas poéticas, testimonios respecto a las prácticas enológicas ancestrales en Chile y una cena con productos locales y preparaciones criollas. Estos vinos son toda una experiencia, de la que dicen, no hay vuelta atrás. Son vinos sin dolores de cabeza, frescos, llenos de vida y que se disfrutan hasta la última gota.

 Día: 9 de febrero.

Horario: Desde las 11:00 hasta las 18:00 horas.

Dónde: Subida la Cava, parcelación 8, fundo San Jorge, El Sol, Quilpué. (acceso desde Valparaíso o Viña del Mar vía Metro Regional, hasta la estación El Sol).

Valor: $ 4.000 por persona, con copa de degustación incluida. Valores de la comida se cancelan aparte.

Un tema País.

Pais de Quenehuao de LuytLa cepa país por años fue relegada a engrosar el vino a granel, una cepa de batalla, menospreciada por su calidad para ser vinificada por separado, como monovarietal. Tiene que aparecer un francés llamado Louis-AntoineLuyt que comienza a vinificar esta cepa y a encantarse con los vinos pipeños para que se desate todo el engranaje para la revalorización de esta variedad. Uno de  los emblemas del trabajo enológico de Luyt es el País de Quenehuao. Los medios oficiales y la crítica lo aplaudieron y voila!, se desató la fiebre de esta cepa que culmina con un espumante de la casa Miguel Torres (Estelado) que desarrolla sus burbujas con esta cepa. Hoy por hoy, también hay proyectos notables como una chicha Premium y vinos espumantes como el que produce la agrícola Loncomilla. Y ya varias casas viñateras tradicionales se han atrevido a poner la palabra País en sus etiquetas.