El Papa Juan Pablo II sostuvo una intensa amistad con la filósofa estadounidense Anna-Teresa Tymieniecka por más de 30 años, reveló un reportaje de la cadena británica BBC.

De acuerdo con el reporte, la relación inició en 1973 y se prolongó hasta los últimos días de vida de Juan Pablo II. La BBC accedió a más 350 cartas escritas por el Sumo Pontífice que fueron legadas por Tymieniecka  a la Biblioteca Nacional de Polonia en 2008. Las cartas escritas por la filósofa no se han dado a conocer.

«Buscaba desde el año pasado una respuesta para estas palabras tuyas: ‘te pertenezco’. Y finalmente, antes de dejar Polonia, encontré un camino: un escapulario. (Con él demuestro) la dimensión en la que te acepto y te siento en todo tipo de situaciones, cuando estás cerca y cuando estás lejos», dice un fragmento de una carta fechada en septiembre de 1972, dos años antes de que el entonces arzobispo Karol Wojtyla fuera designado como nuevo Papa.

Tymieniecka, esposa del economista Hendrik Houthakker, contactó a Wojtyla por primera vez en 1973 para consultarlo sobre un texto de filosofía escrito por él. La mujer, entonces de 50 años, viajó de Estados Unidos a Polonia para comentar a mayor profundidad. Desde entonces se hicieron amigos y conforme avanzó el tiempo, la correspondencia entre ambos se hizo más frecuente e íntima.

En 1974 le escribió a Tymieniecka que estaba revisando cuatro de las cartas que ella le había enviado en un solo mes, porque eran «muy significativas y profundamente personales». De acuerdo con la BBC, tras la consulta de las misivas no se puede intuir o sugerir que el papa polaco haya violado el voto de castidad.

Sin embargo, la relación continuó durante el pontificado de Juan Pablo II y Tymieniecka lo visitó en varias ocasiones en El Vaticano. En una misiva, el obispo de Roma calificó a su amiga como «un regalo de Dios». Pese a que la Biblioteca Nacional de Polonia descarta que las cartas revelen una relación extraordinaria, especialistas consultados por la BBC, como el periodista  Carl Bernstein ve un contacto fascinante.

«Mi querida Teresa, he recibido las tres cartas. Escribes que estás destrozada, pero no puedo encontrar respuesta para esas palabras», escribió Wojtyla en otra carta de 1976.

Junto con las cartas, la BBC obtuvo algunas fotos de los encuentros, donde se observa a los amigos en un campo, esquiando, e incluso en El Vaticano.