Residentes de Waco, Texas, contrataron a un detective privado tras reconocer los restos de sus mascotas en el vestuario de la vecina. La mujer necesitaba 30 animalitos para cada prenda

Como Cruella de Vil, con su tapado de gatos.

Como Cruella de Vil, con su tapado de gatos.

La anciana, que era una diseñadora retirada, había desarrollado una obsesión con los años: hacerse un tapado con piel de gatos. Primero intentó criar ella misma a los animales, pero como se encariñaba con ellos le resultaba muy difícil matarlos y desollarlos.

Entonces se le ocurrió robar los gatos de sus vecinos, con quienes no tenía muy buena relación. Así empezó su campaña de secuestros y asesinatos que conmovió a Waco, una pequeña ciudad ubicada en el centro de Texas, Estados Unidos.

La historia recuerda a Cruella de Vil, la villana de 101 dálmatas, la novela de Dodie Smith que fue llevada al cine por Walt Disney. Cruella volvó en 1996 inmortalizada por Glenn Close, lista para robar los dálmatas de la familia Dearly y hacerse un vestido con su piel.

La trágica diferencia es que en la ficción los perros son rescatados y la «mala de la película» es arrestada antes de que pudiera lastimar a los perros. En cambio, la mujer de 85 años, cuya identidad no fue revelada por las autoridades, fue detenida cuando ya era demasiado tarde.

Los vecinos comenzaron a sospechar cuando vieron que sus sobretodos de piel eran extraños. Algunos, incluso reconocieron a sus gatos perdidos en ellos. Por eso decidieron contratar conjuntamente a un detective privado, para que la siguiera de cerca.

Tras algunas semanas de investigación, éste registró en un video cómo la anciana robaba un gato más. Esa evidencia fue suficiente para denunciarla a la policía, que la arrestó poco después, según informó World News Daily Report.

La ex diseñadora atraía a los animales con comida y otras dádivas. Entonces los atrapaba y los encerraba en el sótano, donde los desollaba.

Luego de someter la piel a un complejo proceso de deshidratación, confeccionaba los tapados. Para uno solo de ellos se estima que utilizaba unos 30 gatos, y en su casa fueron descubiertas más de 20 prendas.

La mujer espera por una condena de hasta 18 meses de prisión.