Como maestros panaderos o creando su propia empresa panificadora o de control de plagas. Ese es el futuro que quieren los 19 privados de libertad que culminaron exitosamente los cursos de manipulación de alimentos y/o control de plagas urbanas y fumigación.

La ceremonia se efectuó en las dependencias del Centro de Educación y Trabajo (CET) La Pólvora, unidad en la que los reclusos cumplen sus condenas y trabajan en los diversos talleres con que cuenta el centro, entre ellos los de panadería, diseño y confección, fumigación, entre otros.

El director regional de Gendarmería, coronel Álvaro Rivera, indicó estar «satisfecho con el trabajo que en este CET se está impulsando. Hemos venido a la graduación de un grupo importantes de internos, que han recibido capacitación en dos ámbitos que para se transforma en un potencial y futuro laboral”.

Jonathan Ossandón se desempeña como ayudante de maestro en la panadería que funciona en la unidad, por lo que ha podido poner en práctica lo aprendido. Al respecto explicó que «aplico a diario todos los conocimientos que me enseñaron. En este momento soy ayudante y he aprendido harto»

A sus 55 años, Nora Fajardo pensaba que ya no necesitaba capacitarse, pero hoy reconoce lo positivo que fue participar en el curso de manipulación de alimentos: “Yo pensé que a mi edad ya no tenía más capacitación, pero vi que la modernidad sirve demasiado para prepararme para afuera», señaló.

Cabe destacar que los internos que integran el taller de fumigación son los encargados de efectuar trabajos de sanitización en el hospital Carlos Van Buren, en la U. de Playa Ancha, en la Armada y en dos CET de Santiago. A estas entidades se podrían sumar otras dependencias de Gendarmería.

Con la finalidad de ahondar en el trabajo independiente, el jefe del CET, Bernardo Ramos, afirmó que se está planeando llevar a cabo un nuevo curso, esta vez enfocado de formación de microempresarios. Este nuevo taller estaría a cargo de la Universidad Mayor.