Tras pasar 16 días en prisión preventiva, quedó en libertad, Érika de Souza, mujer quien llevó a su tío fallecido a pedir un préstamo a un banco de Brasil.

Según dio a conocer el diario La Nación, los abogados de Souza, argumentaron que la mujer, padece de problemas de salud mental, además de tener bajo su cuidado a una menor de edad.

Paulo Roberto Braga, de 68 años, había fallecido dos horas antes, de que su sobrina lo llevara al banco en una silla de ruedas.

“No me di cuenta de que mi tío estaba muerto. Es absurdo lo que dice la gente. No soy esa persona de la que habla la gente, no soy ese monstruo”, declaró Érika al canal Globo.

“Ni yo, ni otras personas nos dimos cuenta. ¿Cómo se le da un papel a un muerto para que lo firme?”, cuestionó.

“Él no estaba en silla de ruedas y yo no era su cuidadora, como dice la gente. Nunca fui su cuidadora”, remarcó, recalcando que no es su cuidadora.

Sobre lo ocurrido el 16 de abril pasado, Érika asegura que tiene recuerdos borrosos, ya que había consumido un medicamento inductor del sueño debido a un tratamiento por insomnio.

Souza fue diagnosticada con depresión, pensamientos suicidas y alucinaciones auditivas.