Este lunes, el Presidente de la República, Gabriel Boric, encabezó la ceremonia de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en el Palacio de La Moneda, la cual tuvo la presencia de diversas autoridades internacionales y locales.

En su discurso, el mandatario hizo énfasis en la idea del “nunca más”, señalando que “Hoy, recordamos a quienes defendieron la Constitución y las leyes cuando el Estado de Derecho caía, a quienes fueron perseguidos por sus ideas (…) no es separable el golpe de Estado de lo que vino después. Desde el mismo momento del golpe de Estado se violaron los derechos humanos de los chilenos y chilenas”, expresó el Presidente Boric.

En esta línea, el jefe de Estado agregó que “Vamos a seguir insistiendo de manera incansable que los problemas de la democracia siempre pueden resolverse con más democracia, y que nunca es justificable un golpe de Estado, ni vulnerar los derechos humanos de quienes piensan distinto”.

Junto a ello, respecto a la crisis que se vivió en esos años de la Unidad Popular y su desenlace, Boric indicó que “por eso nos revelamos cuando nos dicen que no había otra alternativa. ¡Por supuesto que había otra alternativa! Y el día de mañana, cuando vivamos otra crisis, siempre va a haber otra alternativa que implique más democracia y no menos”, insistió.

Por otro lado, el Presidente tuvo palabras para la figura de Salvador Allende, y lo que fue su gobierno y su legado para la izquierda actual.

 “Hace 50 años, ese continuo avance histórico, a veces lento de conquistas para la dignidad del pueblo, se vio amenazado y truncado. Pero aún en la noche más oscuras, hubo quienes valiente lucharon para que se no perdiera lo que habíamos avanzado. Los que cortaron un pedacito de historia, los que enterraron sus libros, los que grabaron un cassette”, recordó el Presidente Boric.

“La democracia es el único camino para avanzar en una sociedad más justa y humana, y es un fin en sí mismo. Los cambios estructurales a los que aspiramos, deben ser respaldados por amplias mayorías, y es nuestra labor convencer y hacer parte a esas amplias mayorías y no culparlas ante nuestros fracasos”, añadió.

“Nuestra unidad, de las fuerzas progresistas, es más importante que la permanente tentación de las divisiones identitarias. Y no importa el color del régimen que viole los derechos humanos, sea rojo, azul o negro, estos deben ser respetados siempre, y su vulneración condenada sin matiz alguno”, cerró.