Este miércoles, el Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, disolvió la Asamblea Nacional (Poder legislativo) y convocó a elecciones generales anticipadas, de modo que gobernará mediante decretos hasta que asuma su sucesor.

En este sentido, el mecanismo constitucional está contemplado en la Constitución ecuatoriana y es conocido como la “muerte cruzada” dado que una vez disuelto el poder legislativo establece que en un plazo máximo de siete días después de la publicación del decreto de disolución en el Registro Oficial, el órgano electoral convocará a elecciones legislativas y presidenciales para completar el actual mandato de cuatro años.

Lasso anunció esta medida en cadena nacional  indicando que “Hoy es un día en el que tengo una obligación de dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado el Ecuador”.

“Es una decisión democrática no solo porque es constitucional, sino porque le devuelve al pueblo ecuatoriano la posibilidad de decidir”, explicó.

Cabe señalar que la decisión justo cuando el mandatario enfrentaba un juicio de destitución liderado por la oposición, en la cual se la acusa del delito de peculado o malversación de fondos públicos.