El sacerdote Felipe Berríos anunció este lunes que se autodenunció ante la Fiscalía por las acusaciones de abuso sexual en su contra realizadas por una mujer durante el mes de abril.

Fue a principios de mayo cuando, la Compañía de Jesús dio a conocer el inicio de una investigación previa canónica, por hechos de connotación sexual contra el sacerdote Berríos, los que habrían tenido lugar cuando la denunciante era menor de edad.

De acuerdo a lo informado por la Fiscalía Metropolitana Sur, el fiscal Héctor Berríos recibió la autodenuncia de Berríos, con el fin que sean indagados los presuntos delitos sexuales.

La investigación se llevará a cabo junto a la Fiscalía de Género y Delitos Sexuales.

En el comunicado, el sacerdote manifiesta que se trata de una denuncia por hechos que habrían tenido lugar hace 18 años atrás y que “fue presentada sólo ante la Iglesia y no ante el Ministerio Público, lo que significa que estoy sometido a un proceso canónico que, por regla, se debe mantener en estricto secreto”.

“Esto significa que una sola persona elaborará un informe, documento que luego irá al Vaticano, donde una comisión analizará el caso y adoptará una decisión cuyos antecedentes no se divulgarán. Hoy la opinión pública no sabe de qué se me acusa, y tampoco puede hacerse un juicio respecto a la verosimilitud de la denuncia ni a las decisiones que por esta vía se adoptarán”, indicó Berríos

“No me parece que los sacerdotes debamos tener una justicia especial. Esto es visto, con justa razón, como un privilegio por el resto de los chilenos. No digo que el proceso canónico sea malo, sino que es insuficiente y desconocido para el común de la gente”, agregó el religioso.

Teniendo en cuenta lo anterior, el sacerdote Berríos aseveró en el documento “quiero que se me investigue al igual que cualquier ciudadano de este país y para ello, y en vista de que la denunciante no ha recurrido a la justicia, hoy ingresé un escrito ante el Ministerio Público solicitando que se inicie una investigación sobre los hechos descritos en la denuncia, así como también respecto de lo publicado en algunos medios de comunicación, que indican que habría otras denuncias, las que a la fecha desconozco y no me han sido informadas”.

“He decidido iniciar este trámite a pesar de la exposición que implica un proceso de investigación penal como éste. Los hechos que se me imputan en la única denuncia que conozco no son ciertos y aspiro a que se conozca públicamente la verdad”, reforzó.

“Con ello también quiero tener la posibilidad de poder defenderme ante el Ministerio Público y los tribunales en la forma más transparente posible”, subrayó el sacerdote.

Felipe Berríos, expresó en el comunicado que “hasta hoy he guardado un riguroso silencio por casi un mes. Lo he hecho con obediencia y respeto por la denunciante. Sin embargo, ya se han publicado en la prensa una serie de datos acerca de este caso, la mayoría de ellos de fuentes no identificadas y se han echado a correr muchos rumores falsos”.

“Por todo esto, no puedo seguir callando. Le debo unas palabras a muchos y muchas personas que me han apoyado, pero en especial a la gente de mi querida Chimba que no sabe por qué un día me tuve que ir y aún no vuelvo”, argumentó.

Finalmente, el sacerdote concluye el documento, recalcando que “Espero que, de ahora en adelante, toda información que se divulgue sea pública, abierta, transparente y, sobre todo, respetuosa de la verdad”.