El gobierno ruso anunció durante las últimas horas que la ciudad de Mariúpol ha caído a 57 días de haberse iniciado la invasión en territorio ucraniano.

“Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y las milicias de la república popular de Donetsk han liberado Mariúpol, lo restos de las formaciones nacionalistas se refugiaron en la zona industrial de la planta Azovstal”, ha señalado el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú en una reunión con Putin.

Según los cálculos de las tropas rusas, quedan unas 2.000 personas en la acería y Putin ha ordenado cancelar la operación para hacerse con el control de las instalaciones y, por el contrario, bloquear cualquier salida para que ni siquiera “una mosca” pueda salir.

“Considero inapropiado el asalto propuesto a la zona industrial. Ordeno cancelarlo”, ordenó el mandatario.

Cabe señalar que la ciudad portuaria, asediada desde el inicio de la ofensiva, se ha convertido en un objetivo estratégico para Putin. En primer lugar, por su salida al mar de Azov y, en segundo, porque permitiría unir por tierra la península de Crimea -ocupada por Rusia en 2014- con los territorios prorrusos en Ucrania.