El Gobierno de Chile cuestionó el proceso eleccionario en Nicaragua, indicando que este careció de todas las condiciones para ser estimado como “válido y transparente”.

Mediante una declaración pública el ejecutivo señaló que el país centroamericano desde hace un tiempo ha tenido graves problemas problemas de “violaciones a los Derechos Humanos, encarcelamiento de líderes y candidatos opositores, represión de los partidos independientes, persecución sistemática a los líderes y organizaciones de la sociedad civil, ausencia de observadores internacionales y bloqueo a los medios de comunicación”, hechos que han sido denunciados ante la comunidad internacional.

En este contexto, el Gobierno indicó que “rechaza y no reconoce la legitimidad de las elecciones realizadas en Nicaragua”, agregando que estas apuntan a eternizar a Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder consolidando un régimen dictatorial.

En este misma línea, las autoridades chilenas hicieron un llamado a que las “Las autoridades nicaragüenses deben liberar sin condiciones a los presos políticos, restaurar la vigencia de los derechos civiles y políticos, autorizar el ingreso de organizaciones encargadas de velar por los derechos humanos y terminar con el acoso a la oposición”.

Finalmente, desde el Gobierno apuntaron que reafirman su solidaridad con el pueblo nicaragüense, por lo cual hacen presente su disposición a trabajar “en el ámbito multilateral —especialmente en el marco de la Organización de Estados Americanos— y en toda otra instancia internacional para lograr el restablecimiento de la democracia en Nicaragua”, cerraron.