Mientras que en Santiago comenzaron a operar los buses más modernos, en uno de los sistemas de transporte públicos más eficientes de Latinoamérica, es todo muy distinto en regiones. Un ejemplo claro es el que ocurre en Quillota, ciudad donde su flota de micros tiene 20 años de uso, convirtiéndose así en la más antigua de Chile, seguida por Cauquenes y el Maule.

Un reportaje realizado por La Tercera informa que el promedio de uso de las máquinas es de 19,5 años, teniendo en consideración que Quillota tiene 90 mil 517 habitantes.

Sergio Silvam administrador de la linea de micros Quibus señala que “Es muy difícil comprar buses nuevos, pues no tenemos los recursos. Este negocio no es rentable y la única forma de recaudar más dinero es cobrando un pasaje más caro, lo que perjudicaría a la gente”.