La Iglesia Católica destruyó archivos sobre los autores de abusos sexuales, así lo reconoció ayer el influyente cardenal alemán Reinhard Marx durante la histórica cumbre en el Vaticano sobre la lucha contra la pederastia.

«Los archivos que hubieran podido documentar estos actos terribles e indicar el nombre de los responsables fueron destruidos o incluso no se llegaron a crear», declaró el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.

El mismo cardenal pidió «disculpas» públicas tras conocerse el documento que contabilizó al menos 3.677 víctimas entre 1946 y 2014, en su mayoría menores de 13 años, que sufrieron abusos perpetrados por unos 1,670 clérigos.

«La desconfianza institucional conduce a teorías conspirativas sobre una organización y la creación de mitos sobre ella. Se puede evitar si los hechos se exponen de forma transparente», instó el religioso a los 190 miembros de la cúpula de la Iglesia presentes en la reunión del Vaticano.

La dura intervención del cardenal, transmitida en streaming, estuvo dedicada sobre todo a la necesidad de transparencia para recuperar el prestigio de la Iglesia.

Reacciones desde las organizaciones por la verdad

La dura denuncia del purpurado generó la inmediata reacción de una de las organizaciones de defensa de las víctimas de curas pederastas.

«Eso es ilegal», comentó indignado el estadounidense Peter Isely, fundador de ECA (End Clergy Abuse) mientras participaba en una marcha ayer en el corazón de Roma para exigir medidas inmediatas.

Hoy serán de especial relevancia las palabras del Papa tras la misa con la que cerrará esta cumbre.