Las luces se apagaron, anunciando que el espectáculo iniciaría. La melodía magistral de Sergey Prokofiev daba el primer paso a una danza que llevaría al público a la obra más conocida de Shakespeare, Romeo y Julieta. El recinto se fue llenando de luz y allí estaba Romeo, dando apertura al show del Ballet Nacional de Rusia “Renacimiento”

Los personajes iban cobrando vida frente a los ojos del espectador, las encarnaciones vibraban al son de la música, expresando cada palabra muda en ritmo, en movimiento. Era un adagio masculino bien ejecutado, o quizá un arabesque femenino con una caída grácil. La puesta en escena estaba constituida por 26 bailarines que se  movían hermosamente en el escenario del piso 3 del Casino Enjoy de Viña del Mar.

Julieta contra su familia, Romeo desoyendo a los suyos y siguiendo a su corazón, la eterna historia de dos adolescentes que desafiaban el status quo y se aventuran al amor, a la eternidad de sus sentimientos y al encuentro de aquellas almas que, sin conocerse, palpitaba al compás de la otra.

Yaraoslav Dialup, quien interpretaba a Julieta, goza de un repertorio de conciertos y coreografía clásica y contemporánea. La bailarina no dejaba espacio alguno en el escenario que no pisara y expusiera los sentimientos de amor que la adolescente a la que daba vida le profesaba a Romeo Montesco, personificado por Alexander Suldin balletista con larga experiencia en la compañía Nacional rusa.

La fiesta de los Capuleto fue, en sí, uno de los mejores momentos del equipo dirigido por Vania Psota. Siendo el primer encuentro entre Romeo y Julieta el vestuario fue factor fundamental para que cada movimiento se hermetizará y creará la atmósfera perfecta para que el público zapara en la historia de los amantes desventurados, aplaudiendo en cada acto y suspirando en cada beso.

El recinto que tenía un aforo de 750 estaba, casi, repleto. El público viñamarino atendió al llamado del arte, expresado en el Ballet Nacional Ruso, quienes hasta ayer habían realizado su séptima presentación en Chile, su última puesta en escena se realizará hoy en Coquimbo.

El amor llegaba a su clímax, Romeo se encontraba tendido en el suelo, desfallecido por un amor que la sociedad no dejaba consumar. Julieta, hundida en la desesperanza, danzaba alrededor de aquel cuerpo que yacía inerte, hasta que vio la daga de su amado, entendiendo que su vida carecía de importancia si no la compartía con quien amaba. Entonces decidió respirar la última vez para que, tal vez, en la otra vida pudiese hallarse con Romeo.

La interpretación del Ballet Nacional Ruso no dejó ni un momento de sorprender a los asistentes que, aunque conociendo el final deseaban uno distinto. Ella sin vida, él sin respirar la miraba y la luz se apagó, concluía la metáfora de la obra, el último rezagó del amor de aquellos dos terminó cuando la oscuridad se apoderó. ¡Explotaron los aplausos Y los asistentes de pie continuaron alabando la presentación, se dejaba oír los “bravos” colado entre la felicidad del público y unas gracias en ruso se escucharon de una anciana que mezcló los sollozos en sus palmas.