Muy cercano a sus fans. Así se puede describir a Robbie Williams y su show en el Movistar Arena con el que dejaba atrás 12 años de ausencia en nuestro país.

¿Cuánto me extrañaron?  fue la pregunta que lanzó el británico  a pocos minutos de iniciar su show en Santiago y los gritos de los 13 mil asistentes no se dejaron esperar.

Robbie les hizo una promesa, esa noche todos los que fueron a verlo cantar iban a ser suyos.

Su puesta en escena contaba con mucho color, luces y baile, estuvo acompañado con  ocho músicos, seis bailarinas y tres coristas.

Recorrió  durante  hora y media de show  un interesante setlist desde su más reciente discografía hasta éxitos como «She’s the one», » Angels», » Better man» (que cantó junto a su padre  Peter Williams) y previo a esto un breve homenaje a George Michael al ritmo de » Freedom».  «No soy gay… Pero le haría sexo oral», fue su manera de manifestar su fanatismo por el fallecido cantante.

Entre cada tema, Robbie se dio el tiempo de mantener una comunicación constante con su público, subió a una fanática a quien le cantó » Something stupid», otra fans recibió su firma en un brazo mientras que otra de sus seguidoras jamás olvidará cuando su ídolo  le canto el » Happy Birthday»

«My way» cerró la noche en la que el británico mostró que en un escenario pueden mezclarse, humor, música, baile y cercanía, ingredientes que sin lugar a dudas dejan al público asistente con una sonrisa dibujada en el rostro y con ganas de que no vuelvan a pasar tantos años para un próximo encuentro.