En paralelo a la elección del presidente del país, en Irlanda han efectuado un referéndum para eliminar un artículo de la Constitución que ilegaliza la blasfemia. Según una encuesta efectuada por la cadena pública RTE, un 71% del electorado había dicho sí a su eliminación.

En paralelo, el primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar, ha felicitado a Michael D. Higgins por su reelección como presidente del país en los comicios del viernes. La misma encuesta efectuada a pie de urna por la RTE otorga a Higgins, de 77 años, el 58,1% de los apoyos.

”Estoy realmente contento de que sigas siendo nuestro presidente durante los próximos siete años”, escribió Varadkar en la red social Twitter para celebrar la previsible victoria del veterano político laborista.

Pendientes de los resultados

Los resultados finales podrían conocerse a última hora de la tarde de hoy o el domingo por la mañana, tras el comienzo a las 08.00 GMT del recuento de sufragios emitidos en las dos citas, en las que la participación podría situarse por debajo del 50%.

El líder de la oposición, Micheál Martin, del partido centrista Fianna Fáil, opinó que el electorado quiere a Higgins como presidente porque “conecta con la gente en las ocasiones importantes” y desempeña este cargo, principalmente representativo, con “dignidad”.

De las tres grandes formaciones irlandesas, solo el nacionalista Sinn Féin quiso poner a prueba su enorme popularidad con la candidatura de su eurodiputada Liadh Ní Riada, quien podría haber logrado el 7% de votos, según la RTE.

La iglesia, por la abolición

”Por supuesto que estoy decepcionada con ese resultado”, reconoció la presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, cuyo partido, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), representa a casi el 25% del electorado de este país.

”No fue un error presentarnos a estos comicios. De hecho, pienso que los otros partidos se equivocan si creen que pueden desentenderse de la elección (del jefe del Estado) y convertirse en meros observadores”, afirmó la líder nacionalista.

Por contra, el citado referéndum, que saldría adelante con mayoría simple, contó con el apoyo de todos los partidos políticos irlandeses, grupos sociales de diversa índole y las iglesias protestante y católica, que pidieron el “sí” a la abolición del delito de blasfemia.