El cardenal Francisco Javier Errázuriz descartó que su responsabilidad en el cierre de la investigación contra el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, tal como señaló en una carta que envió en 2009 al entonces nunció apostólico, Giuseppe Pinto, documento revelado en el marco de la demanda civil contra el Arzobispado de Santiago.

A través de un comunicado, el ex arzobispo de Santiago, sostuvo que “en la larga carta que le envié a la Congregación para los Obispos, son varias las alabanzas al trabajo pastoral del reverendo Karadima, como también las críticas”.

También escribió que “en uno de los párrafos se señala que en su momento se cerró la causa, lo que efectivamente ocurrió, con el mérito de los antecedentes que existían en ese momento. Pero es necesario aclarar que poco tiempo después procedí a reabrir el proceso, con nuevos antecedentes, y remitido a la Santa Sede”.

Errázuriz señaló también que “en una palabra, lo sustantivo del proceso que se le siguió al reverendo Karadima, que tuvo sus altos y bajos, es lo siguiente: En el Arzobispado se recibieron tres acusaciones. En base a esas denuncias se abrió un proceso, siguiendo las indicaciones que me dio monseñor Charles Scicluna en Roma. Cuando la investigación estaba concluida, pero todavía no me habían dado su parecer los tres expertos que había nombrado, conforme a las indicaciones mencionadas, apareció una cuarta persona, la cual declaró que había sido víctima siendo menor de edad».

Por último, en el comunicado indicó que “la competencia exclusiva sobre los abusos de clérigos a menores de edad la tiene la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por tal motivo, a ella se le envió toda la documentación, con mi petición de levantar la prescripción de los delitos, de manera que dictara sentencia conforme a la verdad de los hechos y a la justicia. La Congregación, en base a la investigación hecha en Santiago, lo condenó y rechazó su apelación. Se equivoca quien piensa que hubo un encubrimiento».