Esta jornada se reveló una carta firmada por el ex obispo de Rancagua y presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Abusos, Alejandro Goic, en 2013, en la cual cuestiona el actuar del arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, frente a casos de abuso sexual al interior de la Iglesia Católica.

El texto, publicado por el diario El Mercurio, señala que «quiero, en espíritu de fraternidad y amistad, expresarte algunas preocupaciones. Lo que tú dices y haces repercute en toda la Iglesia en Chile. Quiero compartir dos temas de preocupaciones: el ejercicio de la autoridad y el tema de los abusos en la iglesia».

Continuó sus palabras a Ezzati diciendo que «a veces tengo la impresión, quizás muy subjetiva, que no compartes los criterios de la Comisión Nacional en estos delicados temas. A su vez, miembros de la Comisión manifiestan su disconformidad frente a algunas situaciones que te ha tocado asumir».

De igual forma, Goic expuso que «no me ha sido fácil. Mantener la comunión contigo y respetar y escuchar los juicios críticos de los integrantes requiere un equilibrio complejo. Quizás, es responsabilidad mía, ha faltado provocar un diálogo fraterno”.

Respecto a las víctimas de Fernando Karadima, Goic le planteó a Ezzati que «al comienzo de tu servicio fue un signo extraordinario que te reunieras con ellos; después, lamentablemente, esto no continuó. Sé que han sido injustos, duros, incluso a veces han mentido. Pero nada de aquello les quita la condición de víctimas heridas y dañadas».

Goic también señaló en la misiva que «ayer -no teníamos la conciencia de hoy- manteníamos en silencio estos abusos de menores, decíamos que eran debilidades humanas, se trasladaba a otros lugares a los sacerdotes. Hoy, eso se acabó, gracias a Dios. Tenemos conciencia que no solo es un pecado gravísimo, sino también un delito ante la ley civil. Nadie hoy puede mantener en silencio los abusos de menores».

Finalmente, Goic fue enfático con Ezzati en señalarle que «la impresión que he oído de colaboradores tuyos en Santiago, también en la Cech, es que no escuchas con la disposición del corazón de tratar de entender la proposición de los otros, que te reservas, a veces, asuntos delicados sin compartirlos colegialmente. Algo de eso he experimentado personalmente».

Cabe indicar que esta carta será utilizada como uno de los antecedentes con los que la fiscalía investigará presuntos encubrimientos al interior de la Iglesia Católica.