Al finalizar la “Misión Pastoral” encomendada por el Papa Francisco a Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, los enviados entregaron su balance de lo vivido tanto en Osorno como en Santiago.

En primer lugar, el arzobispo de Malta sostuvo que «ha sido una experiencia hermosa compartir con diversas comunidades, llenas de hombres y mujeres -que aún con sus heridas a cuestas- nos han abierto su corazón y se han dispuesto al diálogo y a iniciar un camino de reconciliación».

De igual forma, Scicluna indicó que el Papa «nos ha pedido que la Iglesia avance en caminos de verdad, justicia y reparación. Por ello reitero que la invitación a reconocer y admitir la verdad completa, con todas sus dolorosas repercusiones y consecuencias, es el punto de partida para una curación auténtica».

Además, aseguró que «investigar es un deber de justicia. Necesitamos hacer justicia con las víctimas por el bien del país y también de la Iglesia. Junto con ello hemos señalado que la acogida de las víctimas denunciantes de abusos debe ser un principio rector en los procesos eclesiásticos».

Cabe indicar que durante la semana de estadía en Chile, ambos sacerdotes se reunieron con cientos de personas en la Nunciatura Apostólica en Santiago y en la Diócesis de Osorno.

Por último, Scicluna comentó que «en esta visita pudimos manifestar la particular cercanía del Papa con la Diócesis de Osorno y su querido pueblo, en el signo del servicio y de la comunión, en un contexto de oración, de celebración litúrgica, de mutua escucha y de cordialidad».