Iñaki Urdangarin, cuñado del rey Felipe de España, recibió un plazo de cinco días para ingresar a prisión e iniciar su condena de casi seis años por delitos de corrupción, acercando el fin de una saga judicial que hizo temblar a la monarquía española.

Al llegar desde Suiza, lugar donde reside con la infanta Cristina, el ex duque compareció ante la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca, que le comunicó que tiene hasta el lunes 18 de junio para entrar a la cárcel.

Urdangarin fue condenado a cinco años y 10 meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude a la administración, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias

Pese a ello, el ex medallista olímpico de balonmano, de 50 años, todavía tiene una carta para intentar evitar la prisión: un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, alegando que sus derechos fueron vulnerados en el proceso.

Pero es una opción con pocas posibilidades de éxito, ya que aunque admita el recurso, según su propia jurisprudencia sólo suspende cautelarmente las penas menores de cinco años de prisión.

Así, Urdangarin está a un paso de entrar en prisión, por un escándalo de corrupción que estalló en 2010, en plena crisis económica, perjudicando la imagen de la monarquía española y contribuyendo a precipitar la abdicación de Juan Carlos en su hijo Felipe VI, en junio de 2014.

Cabe indicar que entre 2004 y 2006, Urdangarin malversó varios millones de euros donados por organismos públicos al Instituto Nóos, un organismo sin fines de lucro que presidía.