El sindicato de comerciantes Barrio Poniente denunció al municipio de Viña del Mar por «hostigamiento y falta de rigurosidad» en las fiscalizaciones que llevan a cabo en el sector donde están instalados la mayoría de los centros nocturnos de la Ciudad Jardín.

Esta acusación se lleva a cabo luego del considerable aumento en las multas y partes que les han cursado, lo que los trabajadores atribuyen al déficit económico que enfrenta el organismo municipal liderado por la alcaldesa Virginia Reginato.

Al respecto, el presidente del sindicato, Javier Álvarez, señaló a radio Biobío que «el discurso del fiscalizador, tal cual, es que la Municipalidad necesita recolectar lucas».

Continuó diciendo que «eso nos pone en una muy mala parada, porque uno siente finalmente que por el hoyo monetario, ya sea por robo o por mala gestión, se están desquitando tanto con los comerciantes como con los vecinos».

El problema radica principalmente en la molestia de los vecinos del barrio poniente de Viña del Mar (desde Av. Libertad hasta Av. San Martín) con los bares establecidos en el sector, quienes le solicitaron a la jefa comunal que clausure los locales que no cuenten con las exigencias necesarias para funcionar.