Una profunda crisis está enfrentando Argentina debido al alza de las tasas de interés de los bonos de Estados Unidos a 10 años, lo que ha fortalecido el dólar y generado la salida de fondos de mercados emergentes, como el argentino, que perdió un 8,6% de su valor en un día y 11,9% en la última semana.

Esta situación se provocó a pesar de que el Banco Central de Argentina inyectó US$ 1.500 millones en una sola jornada en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), con el objetivo de frenar la estampida de la divisa estadounidense ante el aumento de la demanda.

Al respecto, el director del Centro de Estudios Económicos del vecino país, Fausto Spotorno, explicó que «hoy sale el dinero de todos los mercados emergentes, pero a Argentina le pega más porque está entre los más vulnerables. El país tiene muchas necesidades fiscales y eso implica que es un gran deudor».

Por su parte, el jefe de gabinete trasandino, Marcos Peña, sostuvo que «las situaciones de volatilidad no nos tienen que asustar, tienen que ser parte del aprendizaje de vivir con un tipo de cambio flotante. Si no tuviéramos la flotación o no hubiera correcciones, tendríamos atraso cambiario que afectaría al empleo y la producción».