El pediatra del Hospital San Camilo de San Felipe que atendió a la pequeña de un año y siete meses que fue violada y golpeada hasta la muerte, presuntamente por Andrés Espinoza, Dr. Álvaro Retamal, entregó su visión acerca del procedimiento que tuvo que liderar el pasado sábado 28.

En primer lugar, el facultativo explicó que «es muy fácil enojarse y pedir pena de muerte para un monstruo como este. Y es que es fácil enganchar con esta idea».

Luego, continuó su relato diciendo que todos en el hospital, «desde el que hace el aseo, hasta los médicos que a veces toman esa fría distancia para no empaparse de tanto dolor, todos estábamos sufriendo, acompañando a este bello angelito, y claro, con ganas de que el perpetrador sufriera lo indecible por lo que hizo».

«Cuando tuve a A.L. en la unidad, y luchábamos por su vida. Cuando veías su cuerpo frágil, sus manitos. Cuando en medio de todo, te dabas tiempo de acariciar su cabecita golpeada y decir que viviera porque nunca más que alguien le hiciera daño», indicó.

Después dijo que «lo que siento ahora no son deseos de que maten a nadie, cuestión que no soluciona nada. Hoy siento que debimos haber estado ahí, antes que todo pasara, para Ámbar y para tantos otros».

«Más fácil pedir pena de muerte, ¿pero por qué no convertimos tanto odio en amor y protección para nuestro niños? El llamado tiene que ser a organizarnos para proteger a los niños que nos rodean en este valle entre cerro y cordillera, eso sí puede ser de ayuda. Pedir la pena de muerte de un monstruo sólo es un desahogo», comentó.