Debido a la reciente actividad del volcán Láscar, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) declaró alerta técnica amarilla para el macizo ubicado en la región de Antofagasta.

La decisión se fundamenta en que durante las últimas semanas los instrumentos de monitoreo han detectado la ocurrencia simultánea de sismos volcano tectónicos y de tipo tornillo, además de la ausencia de la incandescencia que normalmente se observa en el macizo.

El hecho sugiere la formación de pequeños tapones en la columna magmática al interior del cráter, lo que aumenta la probabilidad de explosiones menores en zonas aledañas.

El director del organismo, Mario Pereira, señaló que «de manera preventiva se ha determinado modificar el nivel de alerta a amarillo con una zona de afectación de 2 kilómetros alrededor del cráter principal».

Según la definición de Sernageomin, el nivel de alerta amarilla implica que «pueden registrarse fenómenos como: enjambres sísmicos (algunos perceptibles), emisión de ceniza, lahares, cambios morfológicos, ruidos, olores de gases volcánicos, entre otros; que pueden alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica”.