La madrugada del viernes 23, un histórico kiosco porteño ubicado en avenida Errázuriz, entre Edwards y Molina, sufrió una importante pérdida, al ser asaltado y posteriormente incendiado por desconocidos.

Francisco López, dueño del negocio afectado, recordó lo ocurrido hace pocos días diciendo que «me habían robado 109 veces, eso ya era suficiente. Pero esta vez, la 110, me robaron y quemaron mi elemento de trabajo. No sé qué decir por lo que me hicieron”.

López, quien lleva 20 años en el rubro, recibió por parte de la Municipalidad de Valparaíso, un kiosco nuevo, con el que podrá volver a trabajar y dormir tranquilo, como aseguró entre lágrimas.

“Fue mucho apoyo el que recibí. Estaba conversando con mis compañeros y a otros suplementeros hace tiempo se les cayó el kiosco y el municipio también les entregó una solución. En mi caso se demoró cinco días. Fue muy rápido. Yo creía que esto se iba a demorar meses”, dijo el comerciante porteño.

Por su parte, Patricio Cáceres, encargado del Departamento de Asistencia Técnica (DAT) de la Municipalidad de Valparaíso, explicó que “el lunes nos dieron la tarea de repararlo, ya que estuvo quemado por un acto de vandalismo. Procedimos a conseguirnos un puesto en bienes municipales, y estuvimos en el trabajo de habilitación, pintura y acondicionamiento para que estuviese operativo”.

Rosa Vivar, presidenta del sindicato de suplementeros, agradeció «las gestiones que ha hecho la directiva y los compromisos que tuvieron todos los estamentos de la Municipalidad para ir solucionando esto lo más rápido posible. Todos los estamentos fueron unos a otros agilizando el tema hasta lograrlo».