Felipe Santander, de 35 años, se transformó en el primer ciudadano chileno que falleció tras ser contagiado de fiebre amarilla mientras disfrutaba de sus vacaciones en Río de Janeiro, Brasil.

Según informó su pareja, ambos estaban en una playa cuando fue picado por el mosquito infectado, lo que le generó una serie de complicaciones, obligándolo a internarse en un hospital de la zona.

Daniela Santander, hermana de la víctima, explicó que Felipe no quiso vacunarse antes del viaje «por un tema ideológico de él. No accedió a la vacuna. De hecho, allá ya no habían dosis. Pero él de todas maneras no lo iba a hacer».

Los últimos días en el hospital, el hombre de 35 años se encontraba con el hígado, el páncreas y los riñones comprometidos. Además, su hermana contó que «los médicos le dijeron que su esperanza de vida era muy escasa, ya que se encontraba con una falla multifuncional».

Cabe indicar que Santander se encontraba junto a su pareja de vacaciones en Río de Janeiro desde el pasado 29 de diciembre, viaje que se extendió debido a su internación en el hospital, lugar donde finalmente perdió la vida esta jornada.