Según estimaciones de la Dirección de Presupuestos, el costo fiscal del feriado para Santiago alcanzaría los $ 6.377 millones, por las horas extras que se deben autorizar para que los empleados de las instituciones del gobierno central realicen las labores que no se efectuarán.
 
Para el economista y académico de la Universidad de Santiago, Guillermo Pattillo, la cifra entregada por la Dipres solo incluye costos fiscales, sin considerar cómo afectará el feriado a servicios y otras actividades que no producirán ese día en la Región Metropolitana.
 
“Estimando que una posible fracción de la producción se pierde, estamos llegando al orden de los 100 millones de dólares”, sostiene. “La parte más relevante no es esa, sino la señal que se da, de dar feriado frente a cualquier coyuntura, por significativa que pueda ser. Me parece que la medida no se aviene con el estado de nuestra economía”, explica.
 
Aunque reconoce que las expectativas para el próximo año son positivas (según el Banco Central, el crecimiento estaría en 2,5% y 3,5%), hace hincapié en que al menos este año la economía no ha avanzado a un ritmo acelerado.
 
“Hoy por hoy, la economía ha crecido muy poco, del orden de 1,4% y, por lo tanto, no me parece que sea lo adecuado generar feriados adicionales en un contexto como este”, considera. “Lo que nosotros debemos enfatizar en Chile en este momento es el trabajo y el compromiso con la productividad”, agrega.
 
Finalmente, indica que no está claro en qué aportará este feriado regional. “Se presenta como una medida populista típica, que pretende dar algo que la gente supuestamente estaría pidiendo, sin evaluar los beneficios de la medida”, concluye.