Esta jornada, la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo a César Araneda Palma (36), apodado el “Mequi”, quién el domingo pasado terminó con la vida de Álvaro Constanzo Hidalgo (38), a cuchillazos en la población Lomas de Oriente de Chillán.

Al ser detenido, Araneda Palma confesó el crimen indicando que la víctima le debía dinero por concepto de drogas, descartando que el homicidio haya sido motivado por discriminación, tal como se había indicado inicialmente.

Estas declaraciones fueron inmediatamente rechazadas por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh). El presidente del organismo en la región del Biobío, Esteban Guzmán, aseguró que «una supuesta disputa por drogas, en nada significa que no exista homofobia».

Por el contrario, Guzmán sostuvo que «en climas hostiles y peligrosos, la homofobia se expresa con mayor violencia por tratarse muchas veces de personas que están en situación de vulnerabilidad”.

El dirigente finalizó diciendo que “exigimos una investigación en profundidad, que reciba los testimonios y declaraciones de los vecinos y familiares de Álvaro, quienes nos han asegurado que el agresor lo extorsionaba, incluso amenazándolo por su orientación sexual».