El coqueluche, o tos convulsiva, es una enfermedad bacteriana, potencialmente letal, que afecta al tracto respiratorio y que puede ser prevenida mediante la vacunación, ya que de lo contrario puede producir brotes epidémicos cada 3 a 5 años.

Los casos se pueden presentar durante todo el año, siendo los principales afectados los niños menores de 6 meses. De hecho, sólo durante el día de ayer se confirmaron 17 casos con esta patología en el país y, tres de ellos resultaron con la muerte de menores en la región del Maule.

Al respecto, el Dr. Rodolfo Villena, infectólogo infantil de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), señala que “estos se podrían estar viendo afectados, ya que por su edad no han iniciado la vacunación o no han completado el esquema primario que ya existe a nivel nacional”.

A raíz de lo anterior, es que durante este mes comenzó una nueva campaña en el Ministerio de Salud, la cual ya no sólo promueve el esquema primario de vacunación y refuerzos en la etapa escolar que existía hasta este momento, sino que ahora también se incorporaría la inmunización de las madres durante su embarazo.

Casos sospechosos

Para detectar un caso de esta enfermedad, el doctor Villena señala que la primera sospecha sería en un niño ―de al menos dos semanas― que presente tos, con alguno de los siguientes síntomas: vómito después de la tos, paroxismos de tos, estridor inspiratorio o, tos sin otra causa aparente. Por otro lado, para los menores de 6 meses, habría que poner atención en posibles infecciones respiratorias que cursa con apneas, es decir, que deje de respirar en algún momento.

La transmisión de esta patología ocurre de manera directa, o sea, de persona a persona a través de gotitas de secreciones respiratorias de individuos infectados. El infectólogo infantil agrega que ésta, “es altamente contagiosa, especialmente entre aquellos que duermen bajo el mismo techo o que comparten espacios como el colegio, el jardín infantil o la sala cuna”. En este sentido, es esencial recordar que, en la mayoría de los casos, es un adulto de la familia o un cercano quien contagia al menor.

La contagiosidad máxima se produce durante los primeros cinco a siete días y se extiende hasta por tres semanas de comenzado los síntomas de tos convulsiva en pacientes no tratados.

Asimismo, es importante señalar que el periodo de incubación puede ser entre siete a veintiún días, siendo lo más frecuente, antes de los diez días.