En sus 175 años la escuela Ramón Barros Luco de Valparaíso festejó no sólo su aniversario, sino que además la concreción de los recursos para la recuperación del emblemático establecimiento, ubicado en calle Victoria, en el centro del Barrio Almendral, el que sufrió graves daños estructurales en el terremoto del 2010, por lo que fue cerrada.

Después de más de siete años y una incasable lucha de la comunidad escolar, donde se unieron profesores, alumnas, ex alumnas, apoderados y diversas instituciones, el Ministerio de Educación destinará $6.043 millones para su completa recuperación.

Noticia que fue celebrada por todos los cercanos a este plantel educacional, de una manera muy significativa, pues se dispusieron a comenzar con la mejora dando color y mucha alegría a la fachada de la escuela, con pintura, flores, origami y letreros que incentivaban el cuidado y protección del establecimiento.

Felicidad

María José Larrondo, encargada de la dirección de Patrimonio de la Municipalidad de Valparaíso, explicó que «dimos el puntapié para tratar de avanzar, algo que por años se intentó y no se logró, porque no había una unidad, ahora existe».

Igual de contento se encontraba Hugo Morales, quien por más de 40 años trabajó con un puesto de confites en el frontis de la escuela, quien calificó como «una excelente noticia» la recuperación y pronta apertura del establecimiento.

Por su parte, Pamela Oyarce, presidenta del Centro de Padres, indicó que “estamos felices, porque estuvimos casi ocho años esperando esta gran noticia, fue mucho esfuerzo, mucha lucha, pero con esta nueva administración siempre supe que iba a resultar”.

Recuperación

Según lo explicado por María José Larrondo, encargada de Patrimonio “la Escuela Barros Luco será rehabilitada en su parte estructural, cumpliendo con las nuevas normativas educacionales y accesibilidad universal, es decir tendrá ascensor, contará con los patios necesarios, las salas tendrán la dimensión necesaria para acoger a las niñas en el ámbito escolar, pero también incorporará una biblioteca en el subterráneo y un pequeño lugar de memoria, entendiendo que este lugar fue parte también de la represión política, pero memoria no sólo del ámbito político, sino que también la memoria que 175 años recoge esta escuela, de muchas mujeres que crecieron gracias a la escuela”.