El estudio de grabación del centro de justicia juvenil semicerrado de Limache, es el primero en abrir sus puertas en los centros que administra directamente el Servicio Nacional de Menores (Sename) de la Región de Valparaíso. La iniciativa, que partió en los talleres de hip hop que dicta Roberto Herrera del centro cultural Arte Elegante, se adjudicó recursos del FNDR con el proyecto “El que canta el mal espanta”.

Exponiendo sus composiciones y las habilidades aprendidas en la improvisación, los jóvenes que han infringido la ley y fueron sancionados con régimen semicerrado, cantaron junto al tallerista en la actividad donde se presentaba formalmente el estudio de grabación.

El director regional (s) del Sename, Rachid Alay, calificó como “un trabajo notable”, el avance de los jóvenes gracias al hip hop y el contar con el estudio de grabación. “Escuché varias veces en las letras de las canciones que hablaban de “estar en el suelo”, lo bueno es volver a levantarse y eso lo transmiten con la música, y es fenomenal”, dijo Alay. Además, el director regional reconoció el compromiso de Roberto Herrera, el tallerista quien con su historia de vida, es un gran ejemplo para los adolescentes.

Para Roberto este es un sueño realizado. “Es algo importante para mí porque veo que esta es una herramienta con la que ellos pueden botar sus emociones, los que venimos de abajo estamos llenos de emociones negativas y positivas, y nos afecta guardarnos todo lo que nos pasó”, explicó.

Aseguró que las letras de las canciones expresan historias y vivencias reales del pasado y con este “desahogo”, resurgen a la nueva vida y se integran a la sociedad.

“Yo he visto el cambio, el Sename ha apoyado harto y eso ha sido fundamental para poder salir más a flote, tenemos un estudio acá, vamos a inaugurar el del centro de protección y el del centro de justicia juvenil de régimen cerrado, y serían tres los estudios disponibles para apoyar con el arte de la música a los jóvenes”, explicó el vocalista de Arte Elegante.

Cristian, de 21 años, que cumple sanción nocturna desde hace 4 años, en el centro semicerrado de Limache, valora el taller porque “me ha servido para relajarme, sacar todo lo que tengo dentro, me ha ayudado a expresarme, mi mentalización cambio, en muchos líos me metí antes y cuando llegó el hip hop a mi vida cambió todo”.

La receptividad y apoyo de los funcionarios del centro también ha sido fundamental. Soledad Lobos, educadora de trato directo nocturna, reconoce que el taller es una terapia para los adolescentes. “Aporta a los momentos de desahogo, paz, a recuperar cosas perdidas. Contar con este estudio de grabación es un sueño, los chiquillos van a tener su espacio, donde van a poder ser ellos”, indicó Lobos.