Utilizando un ROV (Remote Operated Vehicle) sumergible de la empresa Marine Duty, ENAP realizó una exhaustiva inspección al fondo marino de la bahía de Quintero para detectar si aún persisten restos el aceite decantado vertido el pasado 14 de mayo.

Esta inspección fue definida por el especialista norteamericano, Edward Owens, quien regresó al país para supervisar la fase final de los trabajos de limpieza en la bahía. La inspección se realizó este jueves y viernes, sobre una superficie de 30.000 m2, lo que significó alrededor de 20 horas continuas de inspección submarina.

Edmundo Piraíno, jefe de Operaciones de Refinería Aconcagua, informó que tras la detallada revisión que se hizo del fondo marino se pudieron constatar algunos sectores donde aún es visible la presencia del producto, en proporciones muy pequeñas, pero factibles aún de ser extraídas, por lo que se dispuso su retiro a primera hora de mañana sábado.

“Estamos muy satisfechos por los resultados obtenidos, pues se ha constatado que la limpieza realizada ha sido de gran efectividad y que los pequeños remanentes encontrados tras la inspección submarina, es probable que se hayan generado tras la extracción de todos los elementos mayores que se retiraron del fondo marino y que sirvieron para la contención del producto mientras se realizaron las faenas de limpieza”.

El experto norteamericano se reunió además este viernes con representantes de la Seremi de Medio Ambiente, del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) y de la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) para informarles sus conclusiones del trabajo realizado en la bahía.

Piraíno informó que durante la próxima semana se reunirán con la Autoridad Marítima para revisar los últimos antecedentes y concretar el cierre definitivo de las faenas en el lugar.