Tras un intenso proceso de reconstrucción y participación directa con los vecinos del cerro La Cruz, dos familias recibieron de forma definitiva sus viviendas terminadas, gracias al trabajo del departamento de Vivienda y la Delegación para la Reconstrucción.

Estas dos nuevos domicilios cuentan con recepción definitiva por parte de la Dirección de Obras Municipal, en donde se clarifica que los beneficiados son propietarios de sus terrenos, correspondientes, en esta ocasión, a Eduardo Teye en calle El Vergel, y a Francisco Bueno en calle Cuarta.

El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, acompañó a las familias que celebraron sus casas oficialmente propias, quienes se han encargado de revivir poco a poco los domicilios a través de recuerdos que han podido recuperar.

“Nuestra EGIS ha tenido en este trabajo y en todas las 20 casas que se encuentran en reconstrucción, un importante trabajo con recepción, planos y antecedentes de las casas. Los beneficiarios ya le han puesto mucho color y cariño, lo que nos pone contentos por dar resultados de un trabajo de dos años”, enfatizó el jefe edilicio.

El municipio porteño ha trabajado intensamente prestando asistencia técnica para las familias, colaborando en la elaboración de cada proyecto de reconstrucción y de ingeniería, los cuales permitieron mitigar los riesgos de suelo y laderas existentes, contando con asesoría especializada de ingenieros civiles y un equipo multidisciplinario.

Eduardo Teye, uno de los propietarios y beneficiados directos, si bien agradeció la recepción final de su casa, manifestó su deseo de volver a la identidad de barrio, la cual se construirá poco a poco una vez los antiguos vecinos puedan volver. “La mayoría de los vecinos se fueron, pero de a poco han estado volviendo. Hay gente que se fue y dejaron desocupados sus terrenos. Es gente que va a volver, así que esperamos contar con todos, porque nos conocíamos bien y éramos como una familia”, expresó.

Asimismo, Francisco Bueno, otro de los beneficiados, afirmó recordar la vida de barrio que tenían antes del mega-incendio, factor que espera recobrar. “Pensamientos de felicidad, gozo, de volver a mi tierra, estar con mi gente, con mis vecinos, esto es lo más importante para mí; porque estar lejos de mi Valparaíso es como morir lentamente. Estoy agradecido de esta construcción porque es sólida, y significa que es de por vida, no tendré ningún problema”, declaró.

Las viviendas tienen una superficie de 58 m², con tres dormitorios, baños, cocina y sala de estar; así como las instalaciones básicas completas. En total, alcanzan las 980 UF en la modalidad de construcción “Sitio Propio”, destinado para los vecinos que decidieron quedarse en los terrenos que habitaban antes de la catástrofe.