En una emotiva y muy concurrida ceremonia, se realizó el primer acto de titulación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso. En la ocasión, recibieron sus diplomas los egresados de las carreras de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, Pedagogía en Filosofía, Música y Sociología, pertenecientes a las promociones 2013, 2014 y 2015.

La ceremonia fue presidida por el decano de la Facultad de Humanidades, Juan Estanislao Pérez, y el prorrector de la casa de estudios, Christian Corvalán, y contó con la asistencia de directivos, invitados especiales, académicos, administrativos y representantes estudiantiles, así como familiares y amigos de los titulados.

Respecto de la importancia de llevar a cabo esta ceremonia, el decano señaló: “Este acto de titulación de la Facultad de Humanidades es el primero que se hace en toda la historia de la Facultad, y para nosotros constituye un hito importante, en tanto que el acto de titulación corresponde a un rito de una trascendencia enorme en la vida personal y profesional de los titulados. Y también, hay que decirlo, de sus padres, sus familias, de sus madres, de sus abuelas, abuelos, tíos, todos quienes estuvieron en el momento oportuno que había que estar para alentar este proceso en ellos y además darles una palabra de afecto, de amor, en el momento en que lo necesitaban”.

Añadió el profesor Juan Estanislao Pérez que “el acto de titulación es, principalmente, un acto de celebración por la culminación de los estudios profesionales, que nunca están exentos, ciertamente, de tensiones. En este sentido, para nosotros es tremendamente significativo el hecho de contar, de tener aquí un apoyo fundamental, tengo que decirlo, de parte de las autoridades del nivel central de la Universidad para la realización de este acto, que ciertamente nos llena de orgullo”.

En la ocasión, la Facultad de Humanidades entregó simbólicamente a la comunidad a un grupo de nuevos profesionales, cada uno de los cuales da cuenta de la formación rigurosa que recibió en la UV durante un período mínimo de cinco años. Todos ellos están en condiciones de dar respuesta a los requerimientos de una sociedad en permanente cambio, en busca del mejoramiento de la calidad de vida de todos sus miembros y hacer propuestas para su positiva transformación.