Duros son los momentos que está enfrentando Fernando «Chiqui» Cordero, futbolista de Universidad Católica que fue diagnosticado con un tumor cancerígeno a la piel, específicamente en la parte inferior de su ojo izquierdo; esto, luego que un jugador de un equipo rival le rasguñara su rostro, abriéndole una herida, la que con los rayos ultravioletas y el sol hizo que se transformara en un cáncer.

Así lo dio a conocer a LUN el deportista que este domingo jugará por la UC uno de los partidos clave del torneo: «Hace bastante tiempo me hicieron una herida en un partido con una uña y nunca pudo sanar bien. Se me formó cáncer a la piel. Era un poroto, y hace una semana fui a la dermatóloga, que me dijo que tenía que sacarme esto rápido porque puede pasar a mayores.

Pese a esto, el «Chiqui» aseguró que no se va a perder por nada del mundo el partido de los Cruzados ante Audax Italiano (que se jugará en paralelo al de Santiago Wanderers y Colo-Colo): «Me opero cuando se termine el campeonato, no me pienso perder el partido», dijo Cordero al diario.

Reconocido por sus compañeros por tener muy buen humor, fiel a su estilo el lateral izquierdo bromeó diciendo que «nunca me hizo ‘clic’ la palabra «cáncer». De alguna cosa nos tendremos que morir algún día, y en verdad puedo morir en un choque, con una espina de pescado que me comí. No sé, tantas cosas».

En lo netamente futbolístico, el zurdo será de la partida ante el cuadro de La Florida. Así lo confirmó Mario Salas, director técnico de Universidad Católica, quien le dio nuevamente la confianza de adueñarse de la banda izquierda y generar fútbol por esa zona del campo de juego.