Alguien les jugó una broma pesada a los empleados de un supermercado de Campbell, California, donde a las 10:30 de la mañana comenzaron a escucharse gemidos y palabras explícitas a todo volumen.

Aunque el personal de la tienda apagó los altavoces, a los dos minutos regresó el audio de una película porno, por lo que los clientes comenzaron a salirse.

Algunas personas iban acompañadas de niños, como la mujer que grabó este sonido, sólo que ella no tuvo problema en que sus hijos oyeran todo.