“¡No más robos, no más delincuencia en los jardines infantiles!”, con esta frase la Directora Regional de JUNJI, Priscila Corsi demostró la molestia y agobio que ha provocado la seguidilla de robos que han afectado en menos de un mes al jardín Pinocho de Miraflores Alto.

Por esto y con el objetivo de perseguir a los responsables de esta repudiable acción,  la autoridad regional presentó esta mañana una querella criminal ante el juzgado de Garantía de esa ciudad.

Con esta medida, la Junta Nacional de Jardines Infantiles de Valparaíso busca no dejar en la impunidad estos delitos, que afectan preferentemente a los párvulos y sus familias, mediante el robo del material didáctico, alimentos, daños en la infraestructura del recinto y por ende la suspensión de actividades producto del cierre del establecimiento para iniciar obras de reparación.

Entre el 23 de junio y el 15 de julio el jardín infantil Pinocho ha sido afectado por 6 robos, ilícitos en los cuales los delincuentes no sólo han sustraído las cañerías de cobre que proveen de agua a las salas, sino que también las que transportan el gas, situación que ha dejado sin provisión de agua caliente a las salas cuna, elemento vital para el proceso de muda de los lactantes.

A los robos de cañerías se suman la sustracción de material didáctico y pedagógico, fundamental para el proceso de aprendizaje de los niños y niñas. Asimismo el alimento almacenado en bodegas y utilizado en la preparación de las minutas alimenticias de los párvulos.

“Acabamos de interponer una querella por los robos reiterados que se han registrado en el jardín Pinocho de Viña del Mar, que tan sólo en un mes suma seis. Como institución estamos muy afectados y cansados de que los delincuentes se ensañen con nuestros niños, niñas y sus familias. Con esta acción queremos decir no más robos y no más delincuentes en nuestros jardines infantiles”, enfatizó la Directora Regional de JUNJI Valparaíso, Priscila Corsi Cáceres.

En la ocasión la Directora Regional sostuvo que es altamente  probable que los ilícitos sean cometidos por personas residentes en el sector, que  por lo mismo saben del enorme aporte educativo que el jardín hace a los niños y las niñas. “Cuando roban cajas de lápices de colores, cartulinas, pegamentos, entre otros artículos, el daño va directamente a los párvulos, pues ese día no tendrán con qué trabajar. Es lamentable que no se dimensione el mal que se hace al robar  artículos, que por lo demás tienen bajo precio de reventa, y al dañar las instalaciones de nuestros jardines”, puntualizó.

Cada vez que el jardín ha sido robado, JUNJI Valparaíso se ha visto en la obligación de cerrar el recinto y trasladar a los párvulos a establecimientos educativos cercanos, pues el daño dejado por los antisociales impide su normal funcionamiento. Esta situación genera un tremendo desajuste en la rutina de las familias, que muchas veces sólo cuentan con el jardín infantil para dejar a sus hijos e hijas mientras trabajan.