En una ceremonia encabezada por la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato Bozzo, y el alcalde del distrito peruano de Miraflores, Jorge Muñoz Wells, se oficializó el Convenio de Hermanamiento y Apoyo Mutuo entre ambas ciudades.

El acuerdo firmado por ambas autoridades, tiene por objetivo el fortalecimiento de los valores de la democracia y la consolidación de un espíritu de integración que conlleven a la convivencia pacífica, procurando el desarrollo solidario de las dos ciudades, llevando a cabo intercambios, proyectos de cooperación y actividades conjuntas de interés común, fundamentalmente promoviendo el turismo y brindando la información, asistencia, y orientación necesaria a los ciudadanos.

La alianza, que beneficiará a las comunidades de Viña del Mar y Miraflores en diversos aspectos, tanto de gestión comunal, como de turismo, fue destacada por la alcaldesa Virginia Reginato.

Entre los compromisos que suscriben los municipios de Viña del Mar y Miraflores, se tienen: intercambiar experiencias de gestión; brindarse mutuamente información necesaria; organizar cursos, seminarios y talleres de capacitación; organizar ferias, exposiciones y certámenes; difundir publicaciones de interés municipal; facilitar el contacto entre empresarios e instituciones asociadas al desarrollo económico de cada municipio y acordar la elaboración de propuestas y actividades conjuntas.

Al respecto, el alcalde de Miraflores, Jorge Muñoz Wells, manifestó su alegría por estar en Viña y concretar este convenio.

En la oportunidad, la alcaldesa Reginato  nombró al alcalde de Miraflores, como Vista Ilustre, entregándole un galvano Casa Moneda, recibiendo ella, a su vez, un obsequio consistente en un “Torito de Pucará” bañado en plata como recuerdo del día de suscripción de este convenio.

El distrito de Miraflores fue fundado en 1857 y es uno de los principales distritos turísticos de Lima, dados sus atributos naturales, históricos, culturales y su pujante actividad comercial, gastronómica y hotelera. Cuenta con una extensión de 9,62 kilómetros cuadrados y una población que supera los 80 mil habitantes y posee una gran riqueza histórica, conservando importantes legados de su cultura inca precolombina y también colonial, la que convive armoniosamente con su modernidad.