DSC_0210Un grupo de estudiantes de la Universidad  Santo Tomás de Viña del Mar se encuentra en México para competir en el Mundial de Debate en Español (CMUDE), encuentro que en la versión realizada en Madrid en el año 2013 tuvo como campeón en la categoría individual a un joven de esta casa de estudios viñamarina.

El torneo dedicado de conocimientos y argumentación se desarrollará toda esta semana en el Instituto Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, y en él participan los alumnos Luciano Valenzuela (estudiante de tercer año de Psicología), Siegfried Folch (tercer año de Medicina Veterinaria) y el capitán Sergio Labarca (coordinador de Lenguaje de la Dirección de Formación General).

Valenzuela, quien el año anterior fue campeón mundial en la categoría “Discurso”, comentó que él es el único integrante del equipo que se mantiene del año pasado, cuando viajó a España con Enrique Lobos como compañero y Pablo Mancilla como capitán: “Siegfried es nuevo y no podemos poner presión sobre un equipo nuevo. Hay rivales que viven debatiendo todo el año, entonces queremos aprender y hacer un buen papel”.

Por su lado, Siegfried Folch coincide al indicar que las metas son ambiciosas, pero que no es recomendable generar tantas expectativas. “El 2013 participé en el torneo internacional que se hace en Santo Tomás y fue estresante, entonces disminuir ese estrés es fundamental. No estoy familiarizado con el formato de debate que enfrentaremos en México, pero nos hemos preparado bien y tengo la tranquilidad de que voy con Luciano, que es muy buen debatiente, ya tiene experiencia y por algo salió campeón”.

El capitán Sergio Labarca añade que “de cierto modo hay una presión ética de hacer un buen papel dado que el año pasado Luciano fue campeón mundial. Ahora hay que revalidar eso o al menos hacer algo lo más digno, decoroso y cercano a eso posible”. De todos modos, aclara que “la presión no es ejercida desde Santo Tomás, sino que más bien uno mismo se la genera para cumplir de la mejor manera”.

En cuanto al formato del torneo, se mantendrán las dos competencias: debate (duplas) y discurso (individual). Lo que complica a la delegación viñamarina es que se utiliza un estilo “parlamentario” que no es habitual en Chile, que exige mayor improvisación y no necesariamente tanta profundidad de conocimientos. El profesor Labarca explica que “se conforman equipos o bancadas tal como en el parlamento británico y hay que ser muy convincente porque no hay tiempo para nada. Por ejemplo, te pueden poner como tema la píldora del día después, definen quién será gobierno y quién oposición, te dan 10 minutos para prepararte y eso es todo”.

Valenzuela recuerda que el año pasado “nos tocó debatir sobre las políticas de bienestar españolas. No teníamos idea del tema, así que tuvimos que escuchar a los demás y empezar a armar. Si nos pasa algo así de nuevo, podría ser perjudicial… por eso digo que básicamente uno tiene que apelar a los conocimientos consolidados más que a fuentes nuevas de información”. Folch acota que “el formato es distinto a lo que conocemos, pero la esencia del debate es la misma, contraponer ideas. Quiero sumar experiencia, que sé que me falta, para después aplicarla al torneo internacional que se hace en Viña del Mar”.

A pesar de todas estas precauciones, el equipo de Santo Tomás se mantiene optimista: “todo aquel que compite cree que puede ganar. Yo voy con esa idea. Si con esa intención de querer ganar llego bien arriba, feliz; pero la idea es hacer un buen papel con las herramientas que tenemos”, redondea Valenzuela.