CURSO GRÚA 1A penas se informó desde el Centro de Reinserción Social (CRS) de Valparaíso que se realizaría un curso de manejo de grúas horquilla Victoria Pérez decidió inscribirse. Ella sabía que esta era una gran oportunidad para obtener un trabajo y con ello dejar atrás meses muy difíciles.

Victoria y sus 14 compañeros del CRS inscritos en el curso -a los que se sumaron otros 15 del Centro de Educación y Trabajo, ubicado en calle Von Moltke- tuvieron la oportunidad de adquirir los conocimientos necesarios para recibir su licencia que les permitirá desempeñarse como operadores de grúas horquillas. De esta manera, podrán postular a trabajos en empresas portuarias, mineras o grandes ferreterías, entre otros.

Y si bien en esta actividad es recurrente ver a hombres tras el volante, Victoria aclara que: “En el día de hoy ya hay bastantes mujeres que están en este rubro y la idea de acceder a este curso es poder ejercer”.

“La verdad es que al primer día que supe que iba a manejar la grúa, cuando ya estábamos listos para subirnos a las máquinas, tuve un poco de nervio, pero al subirme eso quedó atrás y lo logré hacer bien”.

Pamela González, integrante del programa laboral del CRS de Gendarmería, destacó la alta asistencia que obtuvo esta iniciativa, la que llegó a más de un 90 por ciento, situación que refleja el interés por parte de los beneficiarios. Además, la funcionaria añadió que a los asistentes se les entregó un subsidio semanal para movilización y alimentación. Este aporte fue otorgado dependiendo de la presencia en las clases.

El compromiso por aprobar el curso, desarrollado durante un mes y de lunes a viernes, se vio reforzado por la posibilidad de obtener una licencia y el pago de la misma. Los encargados de entregarla serán el municipio de Valparaíso, para lo cual se está gestionando que los funcionarios municipales los califiquen en el mismo CET.

Trabajador Portuario

Jonathan Huerta ya se encuentra trabajando para una empresa portuaria, pero su deseo es poder ascender y para ello es fundamental el poder tener su licencia, la que espera con algo de ansiedad y mucha felicidad.

“Me ha parecido excelente el curso, muy bueno. De todos los compañeros dos trabajamos en el puerto, por ende este nos cae como anillo al dedo para poder ejercer como horquillero, por lo que me ha servido una enormidad”.

El curso fue implementado por medio de la OTEC del Centro Nacional de la Familia, ONG que, además de ejecutar este curso de capacitación, ayudó a las familias de los benefactores mediante profesionales terapéuticos y clínicos.

La directora del Centro, Paulina Lemoine, destacó que las familias demuestran gran interés en fortalecer los vínculos que se pudieron disolver debido a la situación de pérdida de libertad por parte de uno de sus miembros.