Académicos UV analizan y critican las políticas públicas desarrolladas en el territorio insular y la falta de visión desde una perspectiva intercultural para su implementación.

cartel en isla de pascua antisoberanía de chile Este 9 de septiembre se cumplieron 125 años desde que el estado chileno decidió integrar a Isla de Pascua a su territorio. Desde ese minuto las diferencias entre ambos grupos se han manifestado en dos grandes manifestaciones.

Por una parte la de 1964, liderada por Alfonso Rapu, en la que se exigía respetar el Acuerdo de Voluntades, sobre educación y desarrollo para los rapa nui, sumado al incumplimiento por parte del fisco sobre el traspaso de tierras, las que según el acuerdo siempre pertenecerán a los habitantes de la isla.

Un segundo levantamiento ocurrió en 2011, cuando los pascuenses exigieron al Estado cumplir con la compensación económica acordada ante el préstamo de sus terrenos para la instalación de instituciones públicas, sumado a la gran demanda de la familia Hito. Esta acción terminó en un conflicto y acciones represivas constantes hacia los isleños por parte de Fuerzas Especiales.

Estos hechos incluso generaron entre los habitantes de la isla la necesidad de buscar la manera de independizarse de Chile, concepto por el cual marcharon el día de ayer, tratando de potenciar sus demandas no solucionadas.

Sumado a esto, es necesario entender que la belleza natural de la isla y la vida de quienes residen en ella se han visto alteradas por factores tales como el aumento progresivo de su población y la erosión a nivel vegetativo y arqueológico.

 Todos estos antecedentes apuntan, según el director del Centro de Estudios Rapa Nui de la Universidad de Valparaíso, José Miguel Ramírez, a la “falta de una política de estado y voluntad real por hacer las cosas”, sumado a la necesidad de proyectos sustentables en la isla. “Existen intereses contrapuestos, entre instituciones del propio estado y la comunidad. El problema clásico es que las ‘soluciones’ o los ‘aportes’ a la isla se diseñan en el continente sin considerar a los isleños”, afirmó el arqueólogo.

Cambio en la institucionalidad

Si a las demandas del pueblo rapa nui se suman los conflictos que durante años han mantenido los mapuche con el Estado, surge la necesidad de analizar la definición y composición de Chile, desde una perspectiva intercultural, la que según el investigador del Centro de Estudios Interculturales y del Patrimonio de la UV, Luis Castro, carece de estudio y análisis.

EasterIsland02 ¿Podrá Chile convertirse en un estado plurinacional? Es la pregunta que Castro intenta responder, para lo cual primero es vital comprender que el país está compuesto por distintos tipos de diversidad, dentro de las cuales es importante conocer “cómo ellos se reconocen a sí mismos, cómo los reconoce el entorno y cómo esperan que se les reconozca”.

Mientras, desde el punto de vista político, “las posibilidades de desarrollar un proyecto de Estado distinto al que tenemos ahora, que reconozca en su composición e identifique a éste no como una sola nación, sino con varios grupos, no existen. Chile mantiene el concepto de un estado, una nación, reconociendo sólo en el otro ciertas cualidades y políticas, pero siempre antecediendo que ellos son chilenos. La posibilidad, en un corto tiempo, de pensar en un estado plurinacional no es viable”.

El ejemplo más cercano es Bolivia, que en algunos términos ha sido positivo, pero no la panacea desde el punto de vista político cultural, ya que “la autodeterminación no ha sido posible, producto de los intereses supraestatales”. Esto hace alusión a lo que ocurre al interior de Cochabamba, donde el estado busca generar un nexo directo con Brasil a través de una carretera a cambio de la obtención de recursos para el país altiplánico.

Luis Castro es enfático al advertir que “el proyecto político que se conforma en el siglo XIX, de república nacional, no está dando cuenta de las condiciones culturales, sociales y estructurales, y en el próximo siglo éstos debieran sufrir alguna transformación. No sé si a un estado plurinacional u otra nomenclatura que nazca del análisis y las construcciones teóricas, pero sí a lo menos del concepto estado nación, entendiendo que el Estado a puede contener distintas naciones o diferentes culturas”.