1741400_600Fueron cuatro meses de investigación, tras lo cual la Brigada de Investigaciones Especiales de la PDI desbaratara una secta acusada de asesinar a un bebé de tan solo tres días de vida, al que quemaron vivo en un «ritual de sanación», hecho ocurrido en el fundo «Los Culenes» de Colliguay, en Quilpué.

La investigación arrojó que el grupo se componía en su mayoría de personas con poder adquisitivo, entre los que se contaban veterinarios, azafatas y otros profesionales, quienes participaban en ceremonias donde el sexo, la violencia y la droga eran parte de las ofrendas que se entregaban al líder del grupo, identificado como Ramón Gustavo Castillo Gaete, quien se encuentra prófugo y figura que abandonó el país con rumbo a Perú, el pasado 19 de febrero.

Pero el hecho más macabro que figura en la investigación de los que se hacían llamar «Antares de Luz», fue el ocurrido la noche del 23 de noviembre de 2012, donde consumieron droga del tipo yerba Ayahuasca y tras lo cual un bebé, hijo de una de las integrantes de la secta y el líder de ésta, fue llevado a un supuesto «rito de sanación», donde su mismo padre lo arrojó a una hoguera, asegurando que el bebé era el «anticristo».

Así lo confirmó el subprefecto de la PDI, José Miguel Ampuero, quien agregó que con el sacrificio del lactante, los integrantes de la secta creían que salvarían el mundo de la catástrofe anunciada para el 21 de diciembre; fecha tras la cual la secta se habría disuelto y su líder habría escapado a Perú, donde al parecer fundó otra secta.

«La guagua al momento de nacer, con tres días de vida, fue llevado a un cerro de Colliguay, donde había un excavación de dos metros de profundidad por uno veinte y dentro una hoguera, relato entregado por los propios participantes de este rito. la guagua estaba con una cinta en su boca para que no grite ni llore, y la ponen sobre una tabla para arrojarla viva a la hoguera», relató el subprefecto.

DETENIDOS

file_20130425114334Durante el operativo fueron arrestados la madre del bebé, Natalia Guerra Jequer, de 26 años; Karla Franchy Arana (34), David Pastén Rojas (30) y María del Pilar Fuenzalida (25). Fue la misma hermana de la madre del lactante quien, según fuentes de la investigación, habría denunciado a Natalia Guerra, quien confesó el crimen el pasado jueves; tras lo cual los efectivos policiales se trasladaron al lugar, encontrando los restos óseos de la pequeña víctima en el lugar indicado por la mujer.

En la formalización efectuada a mediodía de este jueves, tanto la madre del lactante como los demás detenidos fueron imputados por el delito de parricidio y homicidio calificado en el Juzgado de Garantía de Quilpué, quedando en prisión preventiva por los 8 meses que el Tribunal determinó para la investigación, siendo posteriormente derivados hasta la Cárcel de Valparaíso. Paralelamente, ya se emitió una orden de captura internacional contra el líder de la secta, quien es intensamente buscado junto a otras personas implicadas en el caso.